El 9 de mayo de 1967, una mujer de 51 años era operada por el emblemático cardiólogo aplicando, por primera vez en la historia, una técnica que revolucionó la cirugía cardiovascular: el bypass aortocoronario.
A 55 años del primer bypass, la técnica desarrollada por el doctor argentino René Favaloro que hoy sigue vigente y salvando «incontables vidas», cambió la historia de la enfermedad coronaria, uno de los «principales flagelos» en salud, según expresaron médicos cardiólogos de esa Fundación.
El 9 de mayo de 1967, en la ciudad estadounidense de Cleveland, una mujer de 51 años era operada por el emblemático cardiólogo aplicando, por primera vez en la historia, una técnica que revolucionó la cirugía cardiovascular: el bypass aortocoronario, luego considerado uno de los «400 inventos más importantes de la historia de la humanidad» en la plataforma cultural de Google.
«El bypass cambió la historia de la enfermedad coronaria, mejorando la calidad de vida de los pacientes de esta patología, que es uno de los principales flagelos que tenemos los seres humanos», expresó el jefe de Cirugía Cardiovascular y Torácica de la Fundación Favaloro, Alejandro Bertolotti, ex alumno y colega del reconocido doctor.
«Tuvo un impacto inconmensurable en la medicina, realmente ha salvado incontables vidas afectadas por enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de mortalidad en Argentina y el mundo», añadió el cardiólogo.
Por su parte, la presidenta de la fundación y sobrina del doctor, Liliana Favaloro, recordó que, en la década del 60, los pacientes «se morían por la enfermedad coronaria» dados los «mínimos recursos terapéuticos» de los que se disponía.
En ese contexto, el desarrollo de la cirugía de bypass coronario «disminuyó la muerte y mejoró la expectativa y calidad de vida de los pacientes», aseguró la cardióloga, quien consideró esta técnica como «un antes y un después» en el tratamiento de la enfermedad.
«Aún más: generosamente, Favaloro no dudó en poner a disposición su técnica para que todos los cirujanos del mundo la usaran», manifestó Bertolotti acerca del doctor, para quien la tecnología y los avances «sólo tenían sentido cuando llegaban a todos».
En ese sentido, ambos profesionales destacaron el humanismo que lo caracterizaba y la empatía con el paciente y su familia por la que siempre bregaba y que también son parte de este descubrimiento.
La técnica de bypass o cirugía de revascularización miocárdica consiste en un tratamiento especial para la enfermedad de las arterias coronarias, la cual provoca la disminución del flujo de sangre que llevan al músculo cardíaco estas arterias, que son «las más importantes del corazón».
«Lo que diseñó el doctor Favaloro es armar un puente (bypass) para que la sangre pase por arriba de la parte enferma de la coronaria y llegue del otro lado, conectando la parte sana de la arteria con la aorta«, explicó el médico cardiólogo.
Y amplió: «Esto lo hizo utilizando la vena safena que tenemos en la pierna, de la que se puede extraer una porción sin afectar la circulación en la extremidad, e hizo que la sangre entrara por esa nueva comunicación y le vuelva a llegar sangre a la coronaria».
Con esto, siguió, los síntomas de la enfermedad «se pueden evitar», entre ellos, el dolor de pecho, la falta de aire y agitación e incluso los infartos, al tiempo que aumenta la calidad y tiempo de vida de los pacientes con enfermedad severa, aseguró el especialista, con más de tres décadas de experiencia.
Más allá de la introducción de ciertos avances tecnológicos, el concepto de la cirugía «sigue vigente y es siempre el mismo», y también es aplicado en otras partes del cuerpo.
«Esto fue un hito que le valió el reconocimiento en todo el mundo y por el que, actualmente, sigue siendo muy recordado y reconocido», aseguró Bertolotti.
El prestigioso cirujano nació el 12 de julio de 1923 en el barrio «El Mondongo» de la ciudad de La Plata y ya desde temprana edad mostró su imperioso deseo de ser médico.
En 1949 se egresó de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata y, al poco tiempo, se fue a Jacinto Arauz, un pequeño pueblo rural de La Pampa, para realizar una suplencia al único médico del pueblo.
El reemplazo, que sería por unos meses, se extendió por 12 años, dejando entrever «un profundo compromiso social» desde temprano.
Luego de esa experiencia, en los años 60, decidió viajar a Cleveland para especializarse en cirugía cardiovascular junto a destacados profesionales de salud de la localidad y fue allí donde Favaloro llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de 1967, en una intervención que resultó «el trabajo fundamental de su carrera».
En 1971 volvió a la Argentina y cuatro años más tarde creó la Fundación Favaloro, donde ya se hicieron «más de 13 mil cirugías cardiovasculares de las cuales el 30% fueron bypass».
«La Fundación trasciende internacionalmente por su altísimo prestigio, excelencia médica e investigaciones científicas que se han sostenido en el tiempo, siempre con el compromiso de seguir luchando por una salud digna para todos», expresó la doctora Favaloro y acerca de su tío agregó: «El mayor legado (que dejó) es el de la honestidad, la solidaridad y la lucha por la dignidad del hombre». (Télam)