La Fiscalía y la Policía de Gualeguay allanaron este fin de semana una casa de calle Mariano Galeano, en el barrio Rocamora de esa ciudad, donde vive una mujer que trabaja como empleada de casas particulares y su familia; y secuestró 272.000 pesos y unos 1.000 dólares, en fajos que aún conservaban las
cintas del banco del cual habían sido retirados. El dinero habría sido robado al dueño de la casa en el que la sospechosa presta sus servicios.
La denuncia por la sustracción del dinero fue recibida hace ya algunos días por el fiscal Pablo Mariano Guercovich, y realizada por un contador llamado Francisco. El damnificado explicó que maneja sumas importantes de dinero, propias y de clientes, y que desde hace varios meses viene notando sustantivos faltantes. Sin embargo, en los días previos a su denuncia, la merma de billetes fue muy llamativa, lo cual terminó de alertar al profesional de ciencias económicas, que el robo había dejado de ser bajo la modalidad de «hormiga» para transformarse en un despojo grosero, sin tapujos.
Ropero
Los policías comenzaron a investigar los movimientos de la finca del contador. Horarios, personas que tenían acceso, contactos de esas mismas personas, entre otros detalles. Así surgió la sospecha contra Rosana, una mujer de 35 años que hace más de 7 que trabaja en tareas domésticas en la vivienda del contador. Su marido, Claudio, de 46, realiza changas, pero son mayores los lapsos en los que permanece desocupado, en su casa, con los dos niños de la pareja.
«Pese a los escasos ingresos del grupo familiar que se reducen, prácticamente a los de Rosana–, en los últimos meses compraron un automóvil, que si bien es usado, tiene su valor» explicó una fuente de la investigación consultada por El Diario. Además, se está tratando de chequear otro dato llamativo: la presunta compra de algunos terrenos por parte de la pareja de la sospechada.