Un intenso tiroteo contra la Policía por parte de un sujeto, se produjo el Barrio Holanda, de la ciudad de Gualeguay.
El individuo se encontraba atrincherado en su domicilio, y estaba por ser detenido por haber agredido, horas antes, a una mujer de un golpe en la cabeza.
Se trata de un conocido delincuente que había salido recientemente de prisión, se encontraba visiblemente intoxicado. Al cabo de varias horas en las que amenazó con suicidarse y se disparó a sí mismo dos veces, el agresor depuso su actitud por efecto de las heridas y la Policía pudo aprehenderlo y enviarlo al hospital.
Los hechos comenzaron pasadas las 9 horas, cuando una pareja, luego de pasar la noche juntos abusando de tóxicos, comenzaron a discutir. Esto derivó en agresiones físicas que terminaron con la mujer (24) herida de un contundente golpe en la cabeza y el hombre (34), de conocidos antecedentes, huyendo del lugar en moto. A pesar de la herida, la mujer pudo llegar hasta la calle, continuación Illia, donde fue encontrada por su padre y llevada a la casa, quien la llevó al hospital.
Notificada la Policía del hecho, y consultada la Fiscalía de turno, siendo que el agresor había salido de prisión hace poco, ordenó su detención inmediata por intento de homicidio, y instruyó sendos allanamientos. Cuando la Policía iba a cumplir con éstas instrucciones, ya pasado el mediodía, es advertida de que el agresor estaba a los tiros contra un vecino en el domicilio del barrio Holanda.
Al llegar, y presentarse en el lugar, el buscado, claramente intoxicado, respondió inmediatamente a los tiros, lo cual dispersó a la Policía y la obligó a parapetarse, arma en mano, detrás de los vehiculos. Desde ese momento en adelante, el sujeto realizó unos 50 disparos, los cuales impactaron en los móviles policiales, en otros de los vecinos, y en las viviendas de enfrente. Al mismo tiempo, el hombre comenzó a amenazar con quitarse la vida, sin dejar de disparar hacia afuera, al aire y al piso. Entre estos disparos, dos impactaron en su brazo, provocándole un importante sangrado.
Esta situación obligo a la Policía a tratar de disuadirlo de deponer esa actitud, dejar el arma y entregarse para ser tratado, pero el individuo, todavía bajo los efectos tóxicos, no dejaba de disparar. Finalmente, seguramente por efectos del sangrado de sus heridas, se fue desvaneciendo, lo que permitió a los efectivos aprehenderlo, secuestrar el arma, y trasladar al hombre al hospital San Antonio. Ya eran las 15 horas. Por último, cómo resultado de todo esto, la agredida herida ya estaba fuera de peligro, mientras que el agresor, lesionado en el brazo, enfrentará cargos de secuestro e intento de homicidio, los cuales, seguramente, lo devolverán a prisión.