Ocho sospechosos de causar destrozos en el Congreso Nacional y más específicamente en el despacho de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner durante las protestas contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), fueron identificados por las fuerzas de seguridad y sus nombres ya constan en la causa que tramita ante la justicia federal.
Se trata de jóvenes que no tendrían afiliación política conocida o detectable a partir de las primeras tareas de inteligencia criminal que se dispusieron en la investigación, por lo que en las últimas horas comenzó a robustecerse la hipótesis que sostiene que podría tratarse de personas contratadas para generar disturbios, informaron a Télam fuentes de la investigación.
La edad promedio de los sospechosos es de 20 años y pudieron ser identificados por medio de un «software» del Ministerio de Seguridad que vinculó sus rostros con sus datos personales y domicilios, según pudo reconstruir esta agencia.
En este expediente intervienen la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo y los delitos que se investigan podrían encuadrarse bajo las figuras de «daños agravados» e «intimidación pública», hechos distintos a los que pesquisa la justicia porteña, que tiene a una persona detenida con prisión preventiva por atentado contra la policía local y daños al patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires.
En horas de la tarde de este lunes, los investigadores analizaban las próximas medidas a adoptar luego de recibir la información solicitada a las fuerzas de seguridad que permitieron identificar a los sospechosos: los nombres de los apuntados por la justicia no trascendieron para evitar que se frustren los próximos pasos de la investigación judicial.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, afirmó en diversas entrevistas que la pesquisa por los ataques a las oficinas de la vicepresidenta está «muy avanzada» y que se está trabajando en «esclarecer los hechos»; a la vez, opinó que no hay elementos para vincular los hechos con las manifestaciones contra el acuerdo con el FMI encabezadas por organizaciones sociales y partidos de izquierda.
El funcionario consideró que el ataque al despacho de la vicepresidenta «fue algo profeso» por las marcas en rojo, que comparó con las de «narraciones bíblicas», y aseguró que en la movilización había «un grupo grande» mientras otro número reducido de personas se abocaba «específicamente a agredir la oficina de Cristina».
Alberto habló con Cristina por el ataque a sus oficinas
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, dijo este sábado que el presidente Alberto Fernández se comunicó con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ante la agresión que sufrieron sus oficinas durante la manifestación del jueves pasado frente al Congreso de la Nación, cuando se trataba el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y afirmó que después de eso el mandatario lo instruyó para actuar «con rigor», pero «sin reprimir».
El funcionario se pronunció de ese modo en un hilo que publicó en su cuenta de la red social Twitter, en respuesta a un tuit del secretario general de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, quien manifestó: «Aturden el silencio y la parsimonia del Gobierno frente al ataque al despacho de la vicepresidenta».
El ministro de Seguridad, en ese sentido, manifestó: «Querido Cuervo, ‘te aturde el silencio y la parsimonia’ del Gobierno ante el ataque a oficinas de Cristina pero ¿sabés una cosa? No es así. Ante la agresión, el presidente se comunicó con Cristina y un colaborador interesándose por la situación y poniéndose a disposición».
«Después de ello, me llamó a mi instruyéndome para que actuemos con rigor como lo hicimos y sin reprimir, recordando que venimos todos de la misma escuela», sostuvo Fernández y agregó: «¿Qué pretendo con esto? No dejar palabras sueltas o adjetivos que luego utilicen los profetas del odio».
En ese posteo recordó un tuit que él mismo había publicado, en el que sostenía «Deplorable situación con disturbios. La Ciudad es jurisdicción cedida hace unos años. Con la PFA insistimos en actuar sin represión pero haciendo terminar de inmediato con los desmanes. Se recordará los heridos y la violencia cuando se tratara la reforma jubilatoria».
El ministro de Seguridad, continuó su hilo al afirmar: «Tantos años he pasado al lado de Cristina y Néstor que los asumo como familia» y destacó: «Lo he dicho y guardo mis expresiones de afecto que solo expreso con el cuidado de lo privado. He trabajado en todo lo que fue pedido: duro o no tanto, estando de acuerdo o no. Y siempre estaré».