Sigue la investigación para saber cómo murió Jéssica Pérez. Ya pasaron cinco días desde que el cuerpo de la mujer, embarazada de 8 meses, apareció flotando en la pileta de lona de su casa en el barrio de la terminal de ómnibus de Gualeguaychú.
La Justicia, todavía no pudo determinar si se trató de un homicidio o de una muerte accidental. La autopsia realizada en el mediodía del miércoles tampoco fue de mucha ayuda porque no arrojó ningún resultado contundente.
Por su parte, el marido de la víctima, que estuvo detenido unas 20 horas fue liberado y declaró en la mañana del jueves como testigo.
El hombre aseguró no tener ninguna vinculación con la muerte. En paralelo, la fiscal que investiga el caso convocó a una junta de peritos de la Policía Federal para que revise nuevamente la escena donde se produjo la muerte.
En medio de esta situación, la fiscal Natalia Bertolo accedió a una serie de informes médicos donde se detallan antecedentes de Pérez que abonarían la teoría de que se trató de una muerte sin violencia externa. Sin embargo, los investigadores aclaran que “no hay elementos suficientes aún para descartar que se trate de un homicidio”.
En la reconstrucción judicial, confeccionada en base a testimonios de familiares de Jessica y de vecinos, se detalla que el lunes a la mañana la mujer se encontraba en su casa junto a sus dos hijos. Su marido había salido más temprano a la fábrica donde trabaja como soldador. Cerca de las 9.30, uno de los nenes, de 7 años, llamó a su tía, que vive en otra ciudad. “¿Podes venir tía? Es que estamos solos acá en casa, mamá no está”, dijo el menor. La tía de los chicos, hermana de Jessica, llamó al hombre para que volviera a su casa. Él se acercó recién al mediodía, porque según contó a la Justicia, estaba trabajando y no había escuchado el teléfono.
Cuando llegó, junto a su patrón que lo acompañaba, se encontró con una escena tétrica. Sus hijos lloraban desconsoladamente dentro de la casa y afuera, en el pequeño patio trasero, Jessica flotaba dentro de la pileta. Intentaron reanimarla pero no pudieron. La víctima ya estaba muerta. Sin embargo, la mujer fue trasladada con el objetivo de salvar al bebe que llevaba en su vientre. También fue en vano. En horas de la tarde, se confirmó la muerte de los dos.
La primera medida que tomó la fiscal Bertolo fue la de detener al marido. “Se trató de una aprehensión porque las circunstancias de la muerte no estaban claras”, explican desde la fiscalía de Gualeguaychú. Al mismo tiempo, se tomó declaración a vecinos y allegados a la víctima, pero ninguno expresó haber visto o escuchado algo extraño.
Autopsia
Al día siguiente de la muerte, llegó a la fiscalía el resultado de la autopsia. Ahí se confirmó que la muerte se produjo por un edema pulmonar agudo, aunque los especialistas no pudieron especificar qué fue lo que lo produjo. Aunque si se aclaró que el cuerpo no presentaba ningún signo de violencia externa.
“Esto nos da la pauta de que la mujer no fue atacada físicamente, pero no nos alcanza para descartar un posible crimen”, cuenta una fuente judicial de Gualeguaychu. Recién en la mañana del jueves, el marido de la mujer pudo declarar de manera testimonial. Aseguró estar sumamente dolido por la muerte de su esposa y de su bebé y aclaró que el no tiene nada que ver con lo qué pasó. Pero, además, esbozó una teoría de lo que pudo haber pasado.
Según su versión, su mujer sufría de ataques de epilepsia y el fallecimiento pudo haberse producido por algún episodio de ese estilo.
La fiscalía corroboró, mediante informes médicos, que, efectivamente, la mujer ya había tenido de este tipo de ataques en ocasiones anteriores y que, hacía meses, que había dejado la medicación. “El marido nos contó que no tomaba más su medicación porque a pesar de que ingería las pastillas, los episodios seguían ocurriendo”, explica un investigador.
En su declaración, el marido sumó un dato más para abonar a la teoría de la muerte accidental. Dijo que su hijo más grande, estaba “entrenado” para salir a pedir ayuda en caso de que a su madre le pase algo.
A pesar de toda esta información, a la fiscalía hay cosas que no le cierran y busca seguir investigando. Al menos hasta que las causas de la muerte estén claras. Por eso, convocó a un grupo de peritos forenses de la Policía Federal que durante las jornadas de este jueves y viernes, trabajarán en la casa donde murió Jessica para buscar más rastros. Por el momento el caso sigue siendo un misterio que nadie en Gualeguaychú logra resolver.