En una tarde a puro tenis en La Rural, el actor fue protagonista. Fotos y video.
En la despedida del tenis de David Nalbandian, Novak Djokovic pudo percibir la temperatura del público argentino, sintonizó con su sentido del humor y se lo metió en el bolsillo a fuerza de imitaciones, bailes y disfraces. Se nota que el número dos del mundo sabe qué tipo de prestaciones espera la asistencia a los partidos de exhibición: risas, asombro por un tenis de alto vuelo a cuentagotas y brevedad en la duración. Todo lo contrario interpretó Rafael Nadal que disputó el partido, soltando alguna risa, pero a “cara de perro”.
Detalles que influyeron en la victoria del número uno del mundo por 6-4 y 7-5 ante el serbio. El mallorquín, pese al sol abrasador, le imprimió al partido un ritmo intenso con su potente drive. Nole, por su parte, aportó varios drop shots y sutilezas que eyectaron al público de sus butacas para aplaudirlo de pie.
Sin embargo, el tenis del serbio fue esporádico y, por momentos, tuvo errores no forzados inéditos. El trajín del año habrá hecho mella en él o, quizás, entiende tan bien lo que quieren ver los espectadores en un partido de estas características que se brindó a cumplir ese libreto al pie de la letra.
En ese aspecto, Djokovic volvió a imitar los “tics” de Nadal en el saque e incluso se animó a comparar colas ante un grito de una espectadora que elogió el cuerpo de Rafa. También le devolvió gestos cómplices a cada una de las ovaciones del público que lo convirtió “en el más argentino de los serbios”.
Promediando el partido, Nole se dio el gusto de bailar al ritmo de la música de “Men in Black” e intercambió pasos de bailes con el mismísimo Will Smith, quien observaba desde la tribuna.
Otra vez, Djokovic acaparó el show y el partido de exhibición fue todo de él. El resultado, una anécdota.