El presidente Alberto Fernández afirmó que «sufrimos un problema y ahora tenemos una solución con un acuerdo sin restricciones», al referirse a los entendimientos alcanzados entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Alberto Fernández anunció esta mañana el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para restructurar la deuda y afirmó que el país tenía «una soga al cuello, una espada de Damocles y ahora tiene un camino que puede recorrer», a la vez que remarcó que el acuerdo permite «ordenar el presente y construir un futuro».
El jefe de Estado pidió a la oposición que respalde el acuerdo en el Congreso y criticó, sin nombrarlo, a su antecesor, Mauricio Macri.
«Quiero anunciarles que el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional», sostuvo el mandatario.
A través de un mensaje grabado en la Quinta de Olivos, el jefe de Estado remarcó: «Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer. Sin acuerdo, no teníamos un horizonte de futuro. Con este acuerdo, podemos ordenar el presente y construir un futuro».
En su discurso, el Presidente destacó que, a diferencia de otros acuerdos, el arribado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, «no contempla restricciones que posterguen el desarrollo» de la Argentina.
En ese sentido, precisó: «No restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero.
No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología».
Asimismo, celebró que el entendimiento permite «acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe».
Y agregó: «Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada. Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del Gobierno Nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios».
Alberto Fernández también indicó que «sin el acuerdo, las posibilidades comerciales económicas y de financiación que la Nación necesita estarían seriamente limitadas».
E insistió: «Este acuerdo no nos condiciona. Podremos actuar ejerciendo nuestra soberanía y llevar adelante nuestras políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social. Es un acuerdo basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades».
El mandatario subrayó que la Argentina tiene que «crecer para poder pagar» y aclaró que «de otro modo no era posible, y tampoco lo será».
El Presidente aseguró que la deuda era «impagable» y «dejaba sin presente ni futuro» al país. «Ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento», añadió.
Con el jardín de la Residencia Presidencial de fondo, Alberto Fernández indicó que tiene «fe en la Argentina». «Sé que somos capaces de levantarnos y salir adelante. Confío en el dinamismo de nuestras empresas, la fortaleza de nuestra industria, el compromiso de quienes trabajan, la valía de nuestras científicas y científicos, el talento de nuestros emprendedores, la enorme capacidad de nuestras pymes y en los sueños de nuestros jóvenes. Creo en la Argentina», manifestó.
Y profundizó: «Debemos crecer y debemos honrar nuestras obligaciones al mismo tiempo que hacemos una Argentina más justa, con más desarrollo, con mejor infraestructura. Seguiremos, también, la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social».
Respecto al camino institucional que tendrá el entendimiento, el mandatario indicó que lo enviará al Congreso de la Nación «para su consideración» e hizo un llamado a la oposición: «Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas».
Como cierre, hizo una alusión a su antecesor, Mauricio Macri, por haber tomado el préstamo con el organismo multilateral de crédito: «La historia juzgará quién hizo qué. Quién creo un problema y quién lo resolvió. Los invito a mirar hacia adelante sin olvidar el pasado».
«Había un problema gravísimo y urgente y ahora tenemos una solución posible y razonable. Es tiempo de unirnos en las soluciones y no de dividirnos en los problemas. Confío en la Argentina, confío en los argentinos y argentinas», concluyó.