La variante Ómicron tiene características particulares. Ya no solo sería la cepa más transmisible, ni la que mayor capacidad para evadir los anticuerpos generados por las vacunas, sino que ahora también es la que genera más reinfecciones.
Ómicron sacude al mundo, a casi dos meses de su aparición, con un crecimiento exponencial de casos.
A este contexto preocupante, un estudio realizado en el Reino Unido agrega mayor incertidumbre. La investigación detectó que el riesgo de volver a infectarse de Covid-19, al poco tiempo de haber pasado la enfermedad, es 16 veces más alto con la variante Ómicron que con su predecesora, Delta.
De esta forma, Ómicron ya no solo sería la variante más transmisible, ni la que mayor capacidad para evadir los anticuerpos generados por las vacunas, sino que ahora también es la que genera más reinfecciones, saltándose los anticuerpos naturales producidos por una primera infección.
¿Qué implica la reinfección y cada cuánto tiempo puede darse?
Argentina no es el único país que está reportando un crecimiento en las reinfecciones: los casos en los que un individuo se contagia de coronavirus y al poco tiempo vuelve a sufrir la enfermedad están aumentando a nivel global.
Esto se debe a que Ómicron continúa expandiéndose y ya es la cepa predominante en la mayoría de los países con decenas de naciones rompiendo sus picos de contagios históricos. Pero, ¿Qué implica reinfectarse?
Según la guía de recomendaciones del Ministerio de Salud, «se considera reinfección a las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 en personas que previamente documentaron un primer episodio de infección».
Esas reinfecciones son aún más raras en quienes se vacunaron contra el Covid-19 con una tercera dosis o vacuna de refuerzo luego de haber pasado la enfermedad.
La normativa considera como sospechoso de reinfección a un caso en el que, debiendo tener los anticuerpos naturales luego de la primera enfermedad todavía funcionales por la cantidad de tiempo entre infección e infección, estos son evadidos por el nuevo virus.
Así, un caso de reinfección se da cuando alguien da positivo en un test de PCR después de un período de entre 45 y 90 días luego del primer contagio de SARS-CoV-2, permaneciendo libre de síntomas y/o con resultados no detectables en los PCR durante esa ventana.
Esta situación era algo inusual con variantes previas y se observaba principalmente en individuos con el sistema inmune debilitado. No obstante, las características de Ómicron, cepa que tiende a dar una respuesta inmune parcial luego de haber atravesado la enfermedad, permiten que la reinfección se dé de forma más habitual.
En esta línea, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), agregan que «es de esperar que surjan casos de reinfección teniendo en cuenta lo que sabemos acerca de otros virus similares».
La normativa considera como sospechoso de reinfección a un caso en el que, debiendo tener los anticuerpos naturales luego de la primera enfermedad todavía funcionales, estos son evadidos por el nuevo virus.
Salvador Peiró, investigador en farmacoepidemiología de la fundación española FISABIO, indicó que «en teoría» la reinfección es posible, aunque resulta «extremadamente raro» en los meses siguientes tras haber superado el covid-19.
Además, Peiró añadió -en diálogo con BBC Mundo- que esas reinfecciones son aún más raras en quienes se vacunaron contra el Covid-19 con una tercera dosis o vacuna de refuerzo luego de haber pasado la enfermedad.
Sin embargo, la nueva cepa híper contagiosa detectada en Sudáfrica parece romper con este esquema: «Ómicron ha sido capaz de contagiar a personas que ya han pasado la enfermedad o que ya se han vacunado, al menos cuando ha pasado un tiempo (más de cinco o seis meses) desde la vacunación o infección», indicó el especialista.
Sin embargo, por lo reciente de las nuevas olas de covid-19 generadas por Ómicron, aún se desconoce exactamente cuánto tiempo y cuánta capacidad tiene esta variante para producir reinfecciones en comparación con otras.