El viceministro de Medio Ambiente, Sergio Federovisky, se refirió este lunes a los focos de incendios forestales activos que se continúan combatiendo en la Patagonia como «un fenómeno asociado al cambio climático, de muy difícil abordaje».
El funcionario precisó que los incendios «más complicados» que continúan en la Patagonia son el de Aluminé, en la provincia de Neuquén, que «está relativamente mejor a lo que estuvo ayer», y el que «verdaderamente nos tiene preocupados» se desarrolla en Río Negro, en la zona de Lago Martín y el Lago Steffen, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Federovisky explicó que el incendio «lleva varios días como resultado de una tormenta eléctrica, donde un rayo cayó en una zona muy inaccesible del parque y como resultado de la rotación del viento se desplazó hacia el este, presentándonos más dificultades para controlarlo».
Frente a este escenario insistió en que «estamos ante un fenómeno global, asociado al cambio climático, de muy difícil abordaje».
En este sentido detalló que «hay un escenario de una sequía enorme, que ya hace dos años está afectando la totalidad del país, y que en el caso de la Patagonia Andina está acentuada porque no hubo prácticamente nieve durante el invierno».
En diálogo con Radio La Red, se refirió a cómo se está llevando a cabo el operativo para poder controlar las llamas: «Tenemos más de 200 brigadistas distribuidos en los tres focos de incendios y más de una docena de medios aéreos».
En tanto, remarcó que no hay que lamentar víctimas fatales, ni heridos y solo se evacuó a un grupo de comunidades mapuches «por prevención».
En un comunicado de prensa del Ministerio se detalló que los focos activos en Bariloche se encuentran en Lago Martín, mientras que en la zona de Bahía López se encuentra contenido.
En Neuquén continúa activo un foco en el Lote 39, mientras que en Pehuen-Co y Aluminé se encuentran controlados.
En Chubut el foco activo se encuentra en Cushamen, en la zona de Cerro Radal, mientras que, en Tehuelches, Río Senguer y Futaleufú se encuentran controlados.
Además, Federovisky detalló que durante los operativos que se realizaron ayer en Río Negro la columna de humo que se presentó “impidió el sobrevuelo, por lo tanto, solo se pudo trabajar por tierra y eso obviamente disminuye las posibilidades” y que “el fuego en el aire se contiene con agua para poder enfriar la zona y poder acceder, pero no se apaga normalmente desde el aire”.
“Siempre hay que señalar que los medios aéreos son una complementariedad. No son la solución al problema porque el fuego se trabaja, se combate y se controla desde tierra principalmente”, dijo.
La directora de Operaciones del SNMF, Lorena Ojeda, informó que en Río Negro hay a disposición “86 combatientes de diversas fuerzas” y que para el apoyo aéreo cuentan con “un avión anfibio, un observador y dos helicópteros helibaldes”.
Según lo informado por la Nación se convocaron en Neuquén “84 brigadistas de incendios forestales y desplegó cinco aviones hidrantes y cuatro helicópteros para el traslado de personal y la descarga de agua”.
Además, en la provincia de Río Negro las autoridades solicitaron que por motivos de seguridad “no se acerquen de forma espontánea a combatir los incendios voluntarios ni agrupaciones”.