La familia se encontraba en Paraná por la operación de la bebé y les incendiaron la vivienda. Han pedido ayuda en Desarrollo Social pero hasta ahora el postoperatorio de la pequeña de dos meses no tiene un techo.
La familia de Jacinto Fabre vive por estos días momentos de dramatismo y angustia. El conocido canillita de nuestra ciudad estuvo en la
ciudad de Paraná donde operaban a su beba de 2 meses de un quiste broncogénito en el pulmón. Durante su estadía en la capital entrerriana, su casa en barrio Cantera 25 quedó sola y desconocidos la incendiaron. De golpe se quedó sin nada, y una beba que necesita de un postoperatorio especial. Cuestionó duramente a las autoridades de desarrollo social: «Habían prometido una solución hace una semana y no nos han dado nada», aseguró.
Todo comenzó con el incendio de la vivienda ubicada en Ugarteche y Pablo Lorentz de barrio Cantera 25, donde Jacinto Favre y su mujer vivían junto a sus hijos. De la casa no quedó nada, las llamas consumieron todo, justo al día siguiente de la operación de la beba Milagros Fabre por quiste broncogénico y cuyo diagnóstico al egreso marcaba Bronquiolitis y hernia umbilical. Luego de 25 días de permanecer internada en el Hospital San Roque de Paraná, la beba, sus padres y el resto de los chiquitos se encontraron con que no tenían casa a la cual volver.
«Por suerte antes de darnos el alta, y por tratarse de un paciente con riesgo social, desde el hospital San Roque la doctora se comunicó con el área de desarrollo social, y nos tranquilizó, nos dijo que volviéramos tranquilos que en Concepción del Uruguay íbamos a tener toda la contención y un lugar a donde quedar», contó Jacinto Fabre, pero enseguida resumió: «lo cierto es que cuando llegamos acá, no encontramos más que excusas, en desarrollo social no tenían ninguna respuesta y tuve que ir a parar a la casa de mi viejo, donde no tenemos espacio ni condiciones sanitarias: hay mucha humedad y es lo que peor le hace a la beba».
Jacinto Fabre es conocido en la ciudad por ser un canillita histórico. Pero la venta de diarios no alcanza por estos días con tantas complicaciones: «Tenemos vecinos que nos dan una mano, en el SUM de Cantera 25 nos ayudan y allí se reciben elementos para colaborar con nosotros, ropa no nos falta, pero en estos momentos lo más complicado es la casa, necesitamos un lugar donde Milagros se pueda recuperar, en 15 días tenemos que volver al San Roque para más controles y tratamientos, no podemos estar durmiendo en la calle, o como me ofrecieron en Desarrollo Social: ir a un rancho en La Tablada, donde además de seguir en riesgos sanitarios, tenemos riesgos de seguridad. Lo que más me duele es que cuando estábamos en Paraná dijeron que vengamos tranquilos y cuando llegamos acá nadie nos dio respuesta», reiteró Fabre.