En el marco de la aguda sequía que se vive en Entre Ríos, a la cual no escapa Concepción del Uruguay, los Bomberos, a través de su jefe, Carlos Nosalevich, vuelven a insistir en extremar los cuidados y recordar los peligros que representa la quema de pastizales y diferentes materiales.
Nosalevich comentó a La Prensa Federal que «vemos una situación muy complicada en lo que refiere a la parte hídrica, porque las precipitaciones no han sido suficientes. En los campos hay muchísima sequía, por eso recomendamos no prender fuegos».
A lo que agregó: «tenemos que evitar numerosas situaciones similares. Por ejemplo, quemar una montaña de pasto, ya que una pequeña ráfaga de viento puede terminar afectando una casa o un patio». Asimismo, cabe aclarar que se está trabajando en una veda para las quemas, con el fin de generar castigos para aquellos que llevan a cabo grandes quemas.
El Jefe de la fuerza, además, brindo detalles de un caso particular que vivieron en días anteriores: «nos ocurrió con un vecino sobre la Ruta 14. En un momento nos llaman automovilistas que circulaban por la zona, y expresaban que veían mucho fuego cerca del arroyo Molino; cuando llegan nuestros hombres, había montículos de ramas. Finalmente, lograron controlar el fuego».
Aunque ese hombre insistió, según cuenta Nosalevich: «En el mismo lugar, otro día, el propietario no nos deja entrar porque, según sus palabras, tiene todo su derecho a quemar en su propiedad. Se comunica a la autoridad competente que es la Secretaría de Medio Ambiente de Entre Ríos, y se lo visitó con la evidencia correspondiente, y habrá una sanción ejemplar».
Ya en Concepción del Uruguay, «nos pasó en el centro, en Díaz Vélez y San Martín, con un hombre que empezó a quemar cables, liberando humo negro. Los vecinos nos llamaron pensando que era el domicilio. Una vez en el lugar, se le explica al hombre que está prohibido la quema de dicho material por la contaminación al medio ambiente, por lo que tiene que contactarse con las autoridades y el Municipio se hará cargo del desecho».
Por otro lado, «las colillas de cigarrillo son otro problema importante, sobre todo en las rutas. Los campos, con la sequía que están sufriendo, pueden prenderse fuego rápidamente. Desde la Niña del 2008 no vemos una sequía así, y lo notamos en la cantidad de intervenciones», finalizó Nosalevich.