El dirigente de Nogoyá se quejó de que haya radicales que elogian la gestión del kirchnerismo. A los socialistas los calificó de mezquinos. También criticó a la conducción nacional de la UCR. Apareció Gustavo Cusinato y dejó dos definiciones concretas: que hay radicales que saludan las política del
kirchnerismo y eso va en contra del perfil opositor que debe tener la UCR; y la mezquindad que tuvo y tiene el Partido Socialista (PS) para conformar una alianza. «El resultado de octubre era previsible, lo decían las encuestas. Como también será previsible cuando el peronismo se empiece a juntar, como sucede siempre. Engañan al electorado», lanzó ante Página Política el ex diputado nacional.
El dirigente de Nogoyá, que no se lo vio demasiado activo en la última campaña, sostuvo que los «únicos partidos constituidos y de clara posición opositora son el radicalismo y el socialismo». No obstante, el radical cuestionó a ambas fuerzas. «En el radicalismo hay sectores que ponderan las políticas del kirchnerismo y eso no tiene nada que ver con lo que piensa la UCR en general. No nos hace bien esas expresiones pro oficialistas», apuntó. Enseguida se le preguntó si se refería a los intendentes de Maciá y Federación, Ricardo Troncoso y Carlos Cecco, que suelen elogiar la gestión de Sergio Urribarri.
«No quiero dar nombres», respondió. Y agregó: «Hay que profundizar el rol opositor». Para el socialismo también tuvo críticas. «Fuimos muy generosos con otras fuerzas, como el Partido Socialista, donde llevamos a (Lisandro) Viale como primer candidato a diputado provincial, y sin embargo han sido mezquinos con nosotros. ¿Qué querían para conformar un frente en las legislativas donde no se juega una gestión?», se preguntó, irónico. Cusinato descartó que «por ahora se esté en condiciones de empezar a abordar una estrategia electoral con el socialismo». «Por ahora no veo nada», añadió. El radical también cuestionó que «la conducción nacional deje a las provincias que armen sus alianzas como quieran». Para el nogoyense «le quita certezas al electorado. No es un buen criterio», concluyó.