Hoy se lee el libro del Exodo (25,8-9;40,16-21.34-38) donde se narra cuando Moisés construye el tabernáculo en el que guardó las tablas de la Ley; y el evangelio de San Mateo (13,47-53) en el pasaje donde Jesús compara el Reino de los cielos con una red que recoge toda clase de peces, pero luego se separan los buenos y se tiran al mar los malos.
Santos Nazario y Celso, mártires. Hijo de un caballero africano y de una señora romana que la Iglesia celebra como santa Gaudencia, Nazario fue bautizado por el papa San Lino. Por mandato de los presbíteros salió a predicar a Francia, donde bautizó a San Celso, que luego fue compañero durante el resto de su vida. Predicó en Tréveris, ciudad en la que fue arrestado, junto con Celso, y arrojados al río Mosela. Sin embargo pudieron salvarse y se dirigieron a predicar por diversas ciudades de Italia hasta llegar a Milán, donde fueron encarcelados y, por orden de Nerón, degollados en la plaza mayor de la ciudad, el año 68. San Víctor I, papa. Africano de nacimiento, sucedió a San Eleuterio en el año 189. Defendió a la Iglesia contra los ataques de los herejes, condenando públicamente a varios de ellos. Luchó también para sofocar las disensiones provocadas por la cuestión tan debatida de la celebración de la Pascua. Murió el año 199 en Roma.