Los propietarios de los locales aguardan que se comunique oficialmente el DNU que les permita funcionar como boliche con un aforo del 50% como se anunció mediáticamente. Igualmente, ya trabajan como bares.
Edgardo Barbará es el dueño de Bikini, y hace más de un año por la pandemia tuvo que cerrar. Este fin de semana, siguiendo el camino que tomó hace varios meses el local ubicado en 25 de mayo casi Costanera, volverá a abrir sus puertas como bar. En el horizonte ya asoma una nueva normalidad, aunque por el momento faltan algunas precisiones de cómo se llevará a la práctica.
El propietario del reconocido boliche contó a ElDía que hicieron en los últimos días “una serie de reformas que tienen su costo, como la implementación de una cocina, a los fines de que en el mientras tanto podamos funcionar como Resto-Bar”, y agregó que “pensábamos que este fin de semana íbamos a poder tener el local funcionando como disco hasta las tres de la mañana, pero desde el municipio nos indicaron que aguardáramos a que lleguen más directivas desde Provincia para tener todo un poco más claro”.
“La semana que viene, cuando llegue el decreto de Nación y luego de Gobernación, ahí van a emitir como se va a trabajar, en teoría desde el viernes que viene (1 de octubre)”, adelantó Barbará.
Según el anuncio de Nación, sólo podrán ingresar a los boliches quienes estén vacunados con ambas dosis contra el Coronavirus.
Con respecto a la apertura de este sábado, detalló que “el boliche tiene una capacidad de 2700 personas, pero ahora estamos trabajando con el resto-bar con unas 400; mientras que a partir del nuevo decreto (si se concreta lo del 50% de aforo) podríamos llegar a recibir a 1300”.
Volver a nacer tras la pandemia
Sobre la situación de los boliches, el dueño del local ubicado en la Costanera recordó que “hace más de un año y medio que no trabajamos, cerramos totalmente. Fue muy duro, tuvimos que indemnizar a personal porque no tuvimos ingresos. El gobierno pagó un par de sueldos, pero finalmente terminamos pagando la indemnización a esos trabajadores porque la situación era insostenible”.
Igualmente, aclaró que “la mayoría de la gente que labura en este tipo de emprendimientos es por temporada”.
Finalmente, este sábado volverán a trabajar, y con respecto a las nuevas disposiciones, expresó que “las tomo con optimismo, ahora aparentemente darían un 50% de aforo, por lo que vamos a tratar de trabajar como bar, boliche y como se pueda”.
Con esta capacidad mencionada, aseguró que “nos mantendríamos en carrera, pagamos los gastos, generamos mano de obra y hacemos mantenimiento, teniendo en cuenta que los gastos estructurales del lugar son elevados”.
“Con seguridad incluida, abrir una noche de boliche habitual costaría unos 100.000 pesos; mientras que en el formato de resto-bar como este fin de semana el costo es de 60.000 pesos”.
Por último, acerca de sus expectativas, indicó que “si bien el poder adquisitivo de la gente no es el mejor, publicamos que abríamos este sábado y en 15 minutos se agotaron las reservas que tenían un valor de $300. Más allá del bolsillo flaco, están las ganas de salir”, concluyó. (El Día)