El Banco Central aclaró que hasta el 30 de junio del año próximo se reconocerá la condición de moneda de curso legal de los billetes de $ 5 que depositen las entidades financieras en sede de esa institución.
El Banco Central extendió hasta el 28 de febrero de 2022 el plazo para canjear los billetes de $5 por monedas del mismo valor.
«Las entidades financieras deberán recibir hasta el 28 de febrero de 2022 (inclusive) los ejemplares presentados por el público a los fines de su canje o acreditación en cuenta y deberán depositar dichos billetes en calidad de deteriorados en sede del Banco Central hasta el 30 de junio de 2022 (inclusive)», estableció la autoridad monetaria.
A través de la Comunicación «A» 7366, el organismo aclaró que hasta el 30 de junio del año próximo se reconocerá la condición de moneda de curso legal de los billetes de $ 5 que depositen las entidades financieras en sede de esa institución.
A partir del primero de julio de 2022, esos billetes serán considerados «desmonetizados»: ya no se podrán canjear.
La última extensión del plazo para canjearlos había sido fijada hasta el 31 de agosto último, pero el Banco Central decidió prorrogarla hasta febrero de 2022.
Desde el 29 de febrero de 2020, los billetes verdes con la imagen de San Martín no tienen curso legal: fueron reemplazados por una moneda plateada, con la imagen de un árbol, el arrayán.
Hoy, el billete de $5 -que comenzó a circular en 1992- equivale a apenas dos centavos de dólar, consecuencia del proceso inflacionario que sufre el país desde hace décadas.
Para canjearlos o bien para depositarlos, las personas deben dirigirse a un banco, con turno previo.
Los coleccionistas de billetes a los que no les haya quedado ninguno de $5 puede obtenerlo, por ejemplo, a través de Mercado Libre, pero para eso deberían abonar hasta $3.000 por solo un papel.
La desaparición del billete verde se suma a la del papel de $2, que dejó de circular en mayo de 2018.
Un año antes, el Banco Central había iniciado un proceso de destrucción de billetes deteriorados, como parte de un plan para mejorar la calidad del dinero circulante.