Luego de que se conociese la noticia de la identificación de los restos del Cabo Carlos Misael Pereyra en el cementerio de Darwin, en horas de la tarde de este martes, La Prensa Federal tuvo el gusto de dialogar con la esposa del Gendarme, Elsa Cremona, para conocer su reacción y la de sus hijos frente a esta situación. “ahora sé para donde mirar cuando rezo”, afirmó.
El 14 de junio de 1982, la Guerra de Malvinas llegó a su fin. El conflicto que enfrentó a Argentina y Gran Bretaña, dejó un saldo de 650 soldados nacionales caídos, uno de los cuales fue el Cabo Carlos Misael Pereyra, nacido en Maciá y radicado en Concepción del Uruguay desde los 4 años. En la tarde de este martes, en el cementerio de Darwin, ubicado en la Isla Soledad, se identificaron los restos del Gendarme.
Tras conocerse esta noticia, La Prensa Federal dialogó con quien fuese su esposa en esa época, Elsa Cremona, para dar a conocer su reacción frente a esta identificación de Pereyra.
“Nos sentimos alegres y felices de que se haya identificado a Carlos, porque fueron 39 años de incertidumbre total, de no saber nada sobre él, y ahora esto ha cambiado”, señaló Elsa. Además, afirmó que “lloramos como locos los cuatro –Elsa y sus tres hijos- cuando escuchamos esta noticia. Todavía tenemos que procesar todo esto, y saber cómo vamos a sobrellevarlo”.
Asimismo, indicó que “todavía no sabemos cómo nos sentimos ni cómo seguiremos, pero por lo menos, se empieza a cerrar el círculo de la incertidumbre que tantos años hemos sufrido”.
Luego de la identificación de los restos de Pereyra, Elsa, junto a Verónica, Marcos y Carlos –sus tres hijos-, tomaron la decisión de que el Cabo descanse en paz en el cementerio de Darwin. “Nos pusimos de acuerdo de que los restos de Carlos queden en la tumba en que lo identificaron, porque ahí estuvo 39 años con sus compañeros. Él fue a pelear por Malvinas, convencido de que eran argentinas, y allí quedará”, recordó Elsa.
A su vez, este miércoles a las 10:00 horas, habrá una cristiana sepultura en la misma tumba que encontraron al Cabo, la sepultura C.1.10. “Hace 2 meses se comunicaron con nosotros para corroborar el ADN de Carlos, y mi hijo más chico que lleva su nombre brindó una muestra de sangre para el análisis, y desde ese momento estábamos dando vueltas si sería él o no”, destacó.
Luego de confirmar la identidad de Pereyra, Elsa recibió la noticia: “hoy al mediodía, mediante una videoconferencia con las personas encargadas, recibimos la noticia de que había sido identificado. Lloramos y después reímos, es una sensación inexplicable”.
“Gracias a Dios, ya tenemos a donde dirigir nuestros rezos. Siempre en los homenajes miraba para el cielo, pero ahora voy a mirar al sur y a Malvinas cuando rezo”, finalizó Elsa.