Organizaciones y voluntarios, recorrieron la zona del Acuario y el Camping Municipal de la ciudad de Rosario. En dos horas y medias de trabajo, recolectaron más de una tonelada de basura que quedó al descubierto por la bajante del río.
Esos residuos humanos que estaban y que ahora la bajante histórica del río Paraná deja como nunca al desnudo fueron el objetivo de los más de cien voluntarios que este domingo participaron de una nueva edición de «Más río menos basura» en Rosario, Santa Fe. Una jornada de apenas dos horas y media de trabajo en la que recolectaron en el sector del Camping Municipal y el Acuario del Río Paraná una tonelada de basura.
La movida tiene varios años y que llevan adelante las organizaciones ambientalistas y ecologistas de la ciudad de Rosario y que no solo llegó a reunir años atrás hasta 4 toneladas de basura, sino que además busca poner en cuestión qué, cómo y cuánto consumimos y el impacto que eso genera.
Tras un año de pandemia y con un caudal en el río que cambió el paisaje en el último año, el colectivo que integran las organizaciones El Paraná no se toca, Fridays for Future, Greenpeace Rosario, STS Rosario y el Taller Ecologista, además de la Universidad Centro Educativo Latinoamericano (Ucel), volvieron a la llevar adelante la jornada de limpieza de las costas del río y que realizaron desde el playón del Acuario del Río Paraná.
Esta vez, con distanciamiento y organizados en tres horarios para llevar adelante la recolección y dos etapas posteriores de clasificación, más de un centenar de voluntarios se sumaron a la convocatoria que se inició apenas pasadas las 9 y que extendió hasta después de las 18.
Como cada año, la propuesta busca mucho más que limpiar las costas del río, sino convocar a una verdadera reflexión sobre el consumo y su impacto, para lo cual en las próximas semanas las organizaciones elaborarán un análisis detallado de los materiales encontrados y para poder determinar cuáles son las marcas que mayor contaminación generan en el Paraná.
“Nuestro objetivo no es limpiar, buscamos reflexionar críticamente sobre los hábitos de consumo, así como que las empresas empiecen a cambiar sus prácticas y que el Estado desarrolle políticas públicas para evitar la producción y consumo de descartables”, señalaron en este primer encuentro del 2021.
La bajante, otro escenario
Con un río que atraviesa la bajante histórica más severa de las últimas décadas y que los especialistas prevén se extenderá hasta últimos meses de este año, las condiciones del trabajo que llevaron adelante también se modificaron.
Así, según contó Mirko Moskat, integrante del Taller Ecologista, la primera impresión es que «no es más basura la que se encuentra, sino que es distinto» y agregó: «Son materiales que se ve que llevan más tiempo allí acumulados, que tienen barro y tierra, que son más difíciles de extraer y que aunque a primera vista pareciera que no hay nada, cuando empezás a buscar están ahí desperdigados y mezclados con la tierra y el suelo».
Y allí estaban: en apenas dos horas y media de trabajo en la la costa lindante al Acuario del Río Paraná y el Camping Municipal, se recolectó alrededor de una tonelada de basura.
Tal como sucedió otras veces, mayoritariamente se recolectaron plásticos de un solo uso, en especial botellas de bebidas.
Los datos, además de ser parte del detallado informe local, serán enviados para una auditoría global de marcas organizada Break Free From Plastic, un movimiento internacional que busca frenar la contaminación por plásticos y sobre todo lograr la responsabilidad por parte de las compañías responsables de la contaminación.
“Las empresas deben hacerse cargo del problema que están generando al introducir masivamente el consumo de envases y artículos descartables, los cuales terminan afectando nuestros ecosistemas”, subrayaron y dejaron en claro que ya están hechos los estudios que confirmaron la presencia de plásticos y microplásticos en las playas del Paraná y dentro de los peces, consecuencia del uso masivo de descartables.
Fuente: La Capital