El partido, que igualaban 0-0, fue suspendido a los 7′ del primer tiempo por la irrupción de funcionarios sanitarios del gobierno brasileño, que denunció a cuatro futbolistas argentinos por violar la normativa federal de ingreso al país.
Transcurrían cuatro minutos de juego cuando un delegado de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) ingresó a la cancha para notificar a los protagonistas que el partido no podía seguir por la disposición tomada este domingo, pasado el mediodía, sobre Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía, los tres primeros titulares en el superclásico.
En medio de la confusión por lo sucedido, el seleccionado «albiceleste» se retiró de inmediato al vestuario visitante del Arena Corinthians, lo que provocó la reacción de los 1.500 invitados al estadio, entre los que estaba el embajador argentino, Daniel Scioli.
«Hijos de puta», insultaron los hinchas brasileños en defensa de los jugadores argentinos, víctima de una medida insólita por parte de las autoridades nacionales de Brasil.
Martínez, Romero, Lo Celso y Buendía fueron denunciados por el incumplimiento de la norma para el ingreso a suelo brasileño, prevista en la Ordenanza Interministerial No. 655, de 2021, que establece que los viajeros extranjeros que hayan pasado por Reino Unido, Sudáfrica, Irlanda del Norte e India en los últimos 14 días no pueden entrar a Brasil.
Anvisa comunicó que los cuatro involucrados debían ponerse en cuarentena y pidió su salida inmediata del país, lo que implicaba que ninguno de ellos pudiera jugar el partido de esta tarde.
Sin embargo, los jugadores abandonaron la concentración en el Airport Marriott Hotel de San Pablo y abordaron el micro rumbo al Arena Corinthians, en una contradicción a lo decidido por los funcionarios nacionales.
Las intervención de la FIFA y de la Conmebol fue decisiva para destrabar el problema con los jugadores que militan en la Premier League inglesa, quienes fueron descubiertos de proporcionar información falsa al ingresar a Brasil.
Las autoridades sanitarias de ese país, luego de constatar esa infracción, comunicaron el hecho a la Policía Federal para que se tomen de inmediato medidas en el ámbito correspondiente.
Los jugadores argentinos declararon que no pasaron por ninguno de esos cuatro países en las últimas dos semanas, lo que fue desmentido por los funcionarios brasileños luego de consultar sus respectivos pasaportes.
Martínez, Lo Celso, Romero y Buendía ingresaron a Brasil el viernes pasado con la delegación argentina procedentes de Venezuela, a donde habían arribado días antes desde Reino Unido, su lugar de residencia actual.
En un comunicado oficial, la agencia sanitaria aseguró que los futbolistas del Aston Villa y Tottenham Hotspur incurrieron en «un notorio incumplimiento de la Ordenanza Interministerial y las normas brasileñas de control de la inmigración».
«Anvisa considera que la situación es un grave riesgo para la salud, por lo que aconsejó a las autoridades sanitarias locales que determinen la cuarentena inmediata de los jugadores, quienes no pueden participar en ninguna actividad y deben ser impedidos de permanecer en territorio brasileño, de conformidad con el art. 11, de la Ley Federal No. 6437/77», dispuso el escrito.
El caso de los cuatro futbolistas del seleccionado «albiceleste» comenzó el sábado cuando Anvisa inició una investigación sobre las condiciones de ingreso al país y parecía resuelto luego de una reunión de más de tres horas que las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) mantuvieron con dirigentes de la Conmebol y funcionarios del Estado de San Pablo.
El argumento esgrimido para la solución fue que los jugadores estaban incluidos dentro del modelo de burbuja sanitaria de Conmebol aprobado por Brasil para todas las competiciones internacionales, aunque esa situación fue desconocida por Anvisa, órgano del Gobierno federal de Jair Bolsonaro, que acusó a los futbolistas haber mentido al ingresar al aeropuerto de Guarulhos desde Caracas.