Un tiroteo entre familias antagónicas motivó allanamientos en los que se detuvieron a dos personas. Subcomisario reconoció que “el problema es territorial, y a las diferencias las arreglan mediante la violencia».
Insultos, disparos y corridas se registraron este viernes, a plena luz del día, durante una balacera protagonizada por integrantes de familias antagónicas del barrio Puerto Viejo de Paraná. Al grito de “la gorra”, los violentos huyeron de la presencia policial, pero su accionar quedó registrado en un video y que motivó una serie de allanamientos que se concretaron durante la mañana del sábado.
“Agarralos que están todos enfierrados”, les gritaba un vecino a los efectivos policiales que iniciaron la persecución hacia el interior de los pasillos del barrio. “Tienen un fierro cada uno”, se escuchaba decir al hombre que, junto a una vecina, coincidía con respecto a que había que “sacarlos” del barrio.
“Los allanamientos que se realizaron el sábado fueron solicitados por esta dependencia y otorgados por el juzgado de Garantías Nº8 a cargo del Dr. Carlín y en los que intervino el fiscal Cristian Giunta en el marco de las actuaciones que se iniciaron el viernes por el supuesto delito de abusos de armas, donde se recepcionaron denuncias de los damnificados y se hace llegar a esta dependencia, un video mediante la plataforma de WhatsApp donde queda registrado el hecho”, explicó el subjefe de la comisaría decimoprimera, Juan Salinas.
El subcomisario confirmó que gracias al video se logró individualizar a los sujetos que protagonizaron la balacera; fue por ello que se concretaron los cinco allanamientos en domicilios del barrio Puerto Viejo: tres en calle Coronel Aquino, uno en Anacleto Medina y otro en calle Estrada.
Durante el operativo, en una vivienda ubicada en calle Coronel Aquino, notificaron de la medida judicial a un hombre de 41 años, y lo detuvieron por abuso de arma y tenencia ilegal de arma de fuego. En el lugar, se procedió al secuestro de un revólver calibre .32 largo con dos cartuchos .32 largo en su interior; un proyectil con encamisado calibre .1125; tres proyectiles con encamisado calibre .32; una vaina servida calibre .38 largo; una vaina servida calibre 9mm y una planta de marihuana; además prendas de vestir (pantalón marrón, remera negra mangas largas y gorra blanca) que estaban descriptas en la denuncia.
En otra vivienda se procedió al secuestro de una moto, la cual era utilizada por estas personas para cometer el hecho. También se hallaron plantines de marihuana en los domicilios allanados.
Detenidos indagados en libertad
Se dispuso la detención del propietario de la vivienda donde se halló el revólver; por disposición del fiscal fue trasladado a Alcaidía de Tribunales, previo paso por la División Antecedentes. Además, se logró identificar a uno de los autores de los disparos, el que quedó supeditado a la causa.
Consultado al subcomisario cómo continúan las actuaciones en torno a las personas que inician los tiroteos en el barrio, éste reconoció que “se logra la detención, pero luego recuperan su libertad”.
“El problema es territorial”
“Los operativos son constantes y se realizan recorridas en las que el personal se aboca a la problemática de estos vecinos que, si bien estas familias tienen problemas de vieja data, la manera de solucionarlos es por medio de la violencia”, explicó el funcionario policial. “Son enfrentamientos entre familias del mismo barrio. El problema es territorial, y a las diferencias las arreglan mediante la violencia”, insistió al alertar que “puede resultar lesionada cualquier persona ajena al conflicto de estas familias”.