La diferencia en el caudal electoral del oficialismo, establecida a priori por la dirigencia justicialista era de tal magnitud, que muchos se concentraron en cómo dar cuenta el lunes en los titulares, de una victoria que, finalmente, no alcanzó para lisonjas.
Una vez conocidos los resultados, hubo tibios festejos porque la diferencia, mayor a veinte puntos, aseguraba la foto del lunes, pero dejaba abierta la posibilidad de terminar discutiendo en octubre la chance nacional de Urribarri. Donde hubo lisonjeo generalizado fue en búnker del ex gobernador Jorge Busti, no sólo por haberse consagrado como segunda fuerza, sino por haber demostrado en más de un distrito, entre ellos Uruguay, que aún puede comunicarse con la base peronista sin necesidad de nombres o estructuras. Finalmente, si en la UCR alguien se puso contento por haber superado los resultados de 2011, también es necesario remarcar que la ausencia de fiscales en muchas mesas y el escaso enojo que causó en la dirigencia local y provincial el hecho de que no vino a boleta 3 en las urnas, habla a las claras que algo pasa en el seno del centenario partido. Contaba un dirigente que el domingo, antes de mediodía, ya se había retirado el responsable partidario de la UCR de la fiscalización del acto en el Colegio, sensiblemente ofuscado porque sus fiscales habían dejado mesas sin control. «Si esto ocurriera en una elección a cargos del Ejecutivo -bromeaba- el PJ hubiera sacado más del cien por ciento de los votos». En el Partido Justicialista algunos salieron bien parados en sus respectivos distritos y otros no tanto. En Concordia, por ejemplo salió todo a pedir de boca del oficialismo, ya que no sólo fue la mejor elección en la provincia con el 57% (58 mil votos) sino que también impidió que el local Busti, junto a De Ángeli, se despegara de la Unión Cívica Radical. Llamativamente, la UCR no tuvo allí movilización de sus cuadros y con muy pocos fiscales. A pesar de eso, obtuvo doce mil votos, quedando solamente siete mil sufragios detrás de Busti, que logró diecinueve mil, algo impensado teniendo en cuenta la escasa estructura radical y que esa ciudad era el baluarte del bustismo. Entre las cuestiones llamativas estuvo también el hecho que Atilio Benedetti superó en Concordia el resultado obtenido el departamento Gualeguaychú, de donde es oriundo. En el departamento Paraná Campaña, a algunos les fue bien y a otros no tanto. Muy bien el PJ con Treppo en Seguí, localidad en la que se superó el 50% obtenido en 2011, y en María Grande. Mal en Viale, donde perdió y el resto parejito con muletas, si se compara con las expectativas y lo expresado por los referentes antes de las elecciones.
El caso Uruguay
Un departamento del que se esperaba mayor despliegue era Uruguay, de donde es oriundo el cabeza de lista de diputados, José Lauritto. Caídos los dirigentes que hicieron de base a Jorge Busti, salvo Mónica Miletich, no muchos confiaban en la posibilidad de movilización de Juan Orrico, más aún cuando el PRO local le sacó el cuerpo absolutamente luego de la intempestiva salida de Mandy Saliva. Pero parece que Busti conserva todavía muchos amigos en la ciudad y el Departamento y Lauritto, que con el 43 por ciento de este distrito superó la media de Guastavino y Urribarri, debió hacerse cargo llamativamente de la campaña en Islas, donde se obtuvo el 51. La estrategia del bigotón, como fuera bautizada la misma noche del domingo, cuando el ambiente en el PJ uruguayense podía cortarse con cuchillo, sacó de su distrito a todos y posibilitó a Busti moverse a sus anchas. Ricardo La Volpe lo había hecho en Boca en 2008, cuando sacaba los laterales para convertirlos en volantes y terminó perdiendo con Estudiantes un torneo que estaba ganado. Con el diario del lunes hubo varios aciertos y también algunas claves para entender los mensajes de la previa. Una de ellas el sentido, por ejemplo, de la mención del 54 por ciento sobre el piso del FPV, que el Intendente Carlos Schepens efectuó horas antes del comicio. Finalmente se leyó como una alusión a su propia cosecha en 2011, con lo cual el 43 de Lauritto queda muy lejos. Como suma y saldo, allegados a De Angeli ven con preocupación, luego de haber puesto todo y a pesar de la interna radical, no lograron despegarse de Bendetti y ahora la proyección para octubre promete una pelea muy cerrada.
El techo y el piso
Atilio Benedetti utilizó la metáfora del techo para referirse a Unión por Entre Ríos, espacio que llevó como candidato a Alfredo De Ángeli, quien alcanzó el segundo lugar en la provincia. «Mostró su techo», dijo el actual diputado, esperanzado en que la UCR tiene resto para octubre. Por su parte, el diputado del FPV Julio Solanas fue uno de los pocos que salió a decir algo sobre lo que nadie quería hablar. «Los resultados marcan el piso de votos que tiene el Frente para la Victoria», sentenció Solanas. «Las preferencias son claras y la figura de Urribarri recibe un fuerte mensaje de acompañamiento del pueblo entrerriano», agregó en alusión al triunfo logrado por el oficialismo por unos 20 puntos de distancia respecto al segundo lugar. Pero Jorge Busti, tres veces gobernador de esta provincia, comenzó a respirarles en la nuca y Solanas sabe lo que ello significa. Porque el amor, cuando no muere mata y porque amores que matan, nunca mueren.