La salida de Vicuña que indignó a los fans, las “vacaciones” de Arana, las internas del elenco y los rumores de renuncia de Chávez.
El chanta ilustrado
La salida de Vicuña que indignó a los fans, las “vacaciones” de Arana, las internas del elenco y los rumores de renuncia de Chávez.
MALABARES. El productor Adrián Suar convenció a Facundo Arana de que volviera para los últimos episodios, pero no pudo evitar la intempestiva renuncia del chileno Benjamín Vicuña. [ Ver fotogalería ]
El último, que apague la luz. La puerta de salida parece estar algo congestionada en Pol-Ka, donde las primeras figuras darían la impresión de estar desesperadas por abandonar “Farsantes“, la tiras más exitosa del prime time de El Trece, que promedia los 15 puntos de rating (casi tres puntos más que “Vecinos en guerra”, su competencia en la franja horaria, que va por Telefe) y tiene una fuerte repercusión en la “segunda pantalla”, la de las redes sociales.
El primero en abandonar un barco que de ninguna manera está hundiéndose fue Benjamín Vicuña, cuya salida causó revuelo. Le siguió Facundo Arana, que se agotó de su mala relación con su partenaire Griselda Siciliani y se tomó unas “vacaciones“.
Pero todas las alarmas se encendieron cuando la mítica sección de chimentos “La pavada”, del diario Crónica, dijo que el protagonista absoluto, Julio Chávez, también renunciaría a su papel en la telenovela antes del final.
“Desde que empezó ‘Farsantes’ estaba pactado que Julio terminaba su contrato el 30 de noviembre”, confirma Tommy Pashkus, representante del actor. El plan: comenzar a ensayar “Rojo”, la obra de teatro que estrenará el 15 de enero. Sin embargo, la buena relación entre Chávez y Suar logró que el protagonista hiciera una amable excepción y se extendieran los plazos. El actor seguirá grabando hasta mediados de diciembre, “y solo faltará en diez capítulos”, explica el manager.
Lo único que ha cambiado es que se ajustó el plan de rodaje para que Chávez tenga que ir a los estudios con menos frecuencia para poder ensayar su obra. A fin de cuentas, pese a todo el ruido en torno a una posible ausencia, su personaje seguirá encabezando la historia hasta el final. Suspiro de alivio para los fanáticos.
Matar a Benjamín. Pedro, el personaje de Benjamín Vicuña, se había convertido en uno de los favoritos del público. Su historia de amor igualitario con Guillermo (interpretado por Julio Chávez) era la que mantenía caliente la pantalla. Sin embargo, pese al éxito, el galán chileno decidió bajarse del proyecto un mes y medio antes de lo pactado. Tenía que seguir trabajando hasta el 30 de noviembre pero se negó a volver de Chile para sumarse a las grabaciones. ¿Las razones? Por un lado, adujo cuestiones personales. Pero, además, dijo tener compromisos laborales al otro lado de la cordillera. Y, berrinche final, estaría “harto” (en sus propias palabras) de que Chávez reciba “trato de estrella” por parte de los productores y él no. ¿Celos? ¡Nah!
El último episodio en el que apareció –o más bien desapareció, ultimado a balazos por su ex Camila (Julieta Cardinali)– causó revuelo e indignación, sobre todo en Twitter, ese maravilloso terreno virtual donde no hay medios hegemónicos y donde famosos e ignotos se tratan de igual a igual.
La modelo Carolina “Pampita” Ardohain, esposa de Vicuña, tiró la primera piedra (o, más bien, el primer tuit): “¡Qué rabia ver este final! ¿No podían los autores dejarlos encontrarse en el final y darnos el gusto a los seguidores? ¡Soberbios e ingratos!”. Pese a la gratitud del lector general por la correcta gramática de Ardohain, los talibanes de la relación Pedro-Guillermo no tardaron en imponer el “hashtag” #SoberbiosIngratosArruinaronFarsantes, con juramentos de venganza, control remoto en mano, que básicamente consistieron en no volver a ver la tira, a la cual le queda aún un mes de pantalla.
El mismo Vicuña, algo más tibio, también dijo en la red social del pajarito: “Como actor, yo tampoco quería este final. Los personajes viven mientras se les recuerda”.
En los pasillos de la productora de Adrián Suar son implacables: “Sale a decir eso porque tiene pánico de que sus fans se enteren y dejen de quererlo si se enteran de la verdad”, afirma una fuente muy cercana al set.
Internas. Julio Chávez está, como poco, enojado con su ex colega por el plantón. No es para menos. En Pol-Ka hicieron lo imposible para que se quedara. Los productores estaban dispuestos a ajustar el plan de rodaje a los antojos del chileno, inclusive haciendo sacrificios de presupuesto. Hasta llegaron a proponerle que todo el equipo viajara a Chile para grabar allí, a su comodidad. Mantuvo a todo Pol-Ka en vilo durante dos meses, sin decidir hasta cuándo se quedaba, para acabar concediéndoles el favor de volar a Buenos Aires solo dos días (fueron el 10 y el 11 de octubre, cuando ya las revistas del corazón cotilleaban sobre su salida de la tira). En su entorno, dicen que Suar intentó convencerlo, pero que Vicuña no quiso quedarse ni un día más.
Había que sacar las papas del fuego. Los autores de la tira se ofrecieron a escribir todas las escenas donde apareciera Pedro por adelantado. “Se hicieron malabares de producción y de guión para disimular que nos había dejado plantados”, se indigna un miembro del equipo que prefiere mantenerse en el anonimato, “Nos cagó a todos”.
A pesar del esfuerzo redoblado para tapar los baches provocados por Vicuña, el trabajo duro y el clima enrarecido que se vive en farsanteslandia –a mitad de camino entre bronca y frustración–, los guionistas, consultados por NOTICIAS, insisten en cubrirle las espaldas al actor: “Estamos orgullosos del trabajo excepcional que hizo Benjamín en la tira, ojalá volvamos a trabajar juntos”, afirman a coro Carolina Aguirre y Mario Segade.
Más bajas. Por lo pronto, Vicuña no es el único en haber abandonado el elenco de “Farsantes”. Desde hace tiempo circula en los medios la versión de que el estrambótico Alfredo Casero, aunque nunca termina de dar el portazo, cada tanto amenazaría con irse porque el resto del elenco le habría hecho un “vacío” tras su controvertida aparición en los programas de radio y televisión de Jorge Lanata, y sus desplantes on line por cuestiones políticas. “Nada más lejos de la realidad”, desmienten allegados al actor, cuyo personaje ganaría mayor peso hacia el final de la trama.
Por su parte, Facundo Arana –el otro galán del equipo–, también buscó la puerta de salida, aunque en términos más caballerosos que los de su par Vicuña. La versión oficial afirma que pidió unos días de licencia por razones personales, pero los rumores dicen que la mala química entre el actor y su partenaire Griselda Siciliani es insostenible.
De todos modos, su salida no sería definitiva. Al fin y al cabo, Arana tiene antecedentes de ser muy profesional y de ser capaz de trascender las batallas de egos. Dicen que Suar lo habría convencido de que volviera para el “grand finale” de la tira. Habrá que ver qué pasa cuando las aguas terminen de aquietarse, quiénes quedan a bordo para el esperado final.