A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, el gobierno de Alberto Fernández decretará en los próximos días la emergencia hídrica por la bajante del río Paraná.
“Probablemente estamos ante la bajante más pronunciada y de mayor duración de los últimos cien años”, advirtió Sergio Federovisky, viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
La decisión se viene trabajando en una mesa convocada por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, donde se evaluó una inversión de 1.000 millones de pesos para garantizar el funcionamiento de la cuenca en términos de agua potable, de navegación y de residuos peligrosos, entre otros puntos.
El funcionario adelantó a Infobae: «se va a emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia que probablemente salga mañana o pasado (por este jueves o viernes) con la declaración de emergencia hídrica, que va a permitir justamente destinar todos los fondos y todas las acciones ministeriales para afrontar la amenaza que significa la bajante”.
En la mesa confluyen los ministerios de Obras Públicas, Seguridad, Ambiente y Transporte, además del Instituto Nacional del Agua (INA) y el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), encabezado por el entrerriano Enrique Cresto.
Uno de los fines es garantizar el acceso de la ciudadanía al agua potable. “A muchas empresas locales potabilizadoras de agua se les dificulta la posibilidad de tomar agua,”, explicó Federovisky y señaló que se busca “garantizar la provisión de agua potable de la manera que se pueda”.
En relación al escenario, Federovisky explicó: “Lo que estamos viendo es la expresión más cabal de un problema ambiental agudo. Esto es un problema ambiental en todas sus formas, porque además es multicausal como todos los problemas ambientales. Es muy probable que estemos viendo una de las consecuencias más anunciadas y más dramáticas del calentamiento global, que es la agudización de los extremos”.
El funcionario admitió que la bajante «lamentablemente es muy posible que tienda a repetirse de esta manera rotunda a lo largo del tiempo».
Respecto de los problemas para el tránsito de barcos por la Hidrovía, el viceministro enfatizó que «hay que garantizar la navegabilidad más allá de si el operador es un privado o es el Estado mismo. El Estado está necesitado de garantizar que el flujo del comercio exterior siga vigente».
En lo que respecta a las proyecciones del clima, el viceministro coincidió que no existen buenas señales para el panorama de la bajante: “Las perspectivas de los expertos del INA son que la situación de bajante puede permanecer hasta fines de este año. De ese modo, la situación aparece como una amenaza seria».