La “albiceleste” venció desde los doce pasos a los “cafeteros” por 3-2 en el estadio Mané Garrincha, y será parte de la definición continental ante Brasil el sábado 10, tras empatar 1-1. Lautaro Martínez y Luis Díaz, los autores de los tantos en los 90 minutos.
Argentina jugará la final de la Copa América ante Brasil en el estadio Maracaná, el próximo sábado, tras vencer en la semifinal a Colombia por 3 a 2 en definición por tiros penales luego de empatar 1 a 1 en los 90 minutos regulares, instancia en la que el arquero Emiliano “Dibu” Martínez contuvo tres de los cinco disparos que le ejecutaron en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia.
De esta manera el seleccionado argentino jugará su tercera final de este certamen en las últimas cuatro ediciones, luego de haber perdido ante Chile, por penales, las de 2015 y 2016.
Y lo hará luego de recorrer invicto la fase de grupos y los cuartos de final, jugando siempre de la misma manera, con arranques explosivos y goleadores y tramos posteriores en los que los apagones futbolísticos son evidentes y por eso termina sufriendo, aunque a manera de contraste sin recibir goles.
De hecho en fase de grupos y en el único partido que empató (1-1), el tanto que le convirtieron fue de un rebote de un tiro penal, ya que después fueron sendos 1 a 0 sobre Uruguay y Paraguay, más el 4-1 cómodo sobre Bolivia y el posterior 3-0 sobre Ecuador en cuartos.
Y esos triunfos se sostuvieron, además de las inconmensurables tareas del capitán, Lionel Messi, en las lecciones que iba aprendiendo el técnico Lionel Scaloni de un partido a otro, y que lo llevaron a realizar cambios que siempre sonaron atinados.
Ayer, a los seis minutos de iniciado el juego Lautaro Martínez convirtió tras la decimocuarta asistencia de Messi en Copa América. Pero como en partidos anteriores, tras el gol tempranero, Argentina cedió el control de la pelota y los colombianos dieron un paso al frente y complicaron el desarrollo futbolístico de Argentina con una presión alta sobre el primer pase que obligó siempre al arquero Emiliano Martínez a jugar con los pies.
Messi pareció estar fresco en un par de apiladas iniciales de la suyas, casi de “otros tiempos”, pero lo que pasó en fase de grupos cuando hubo apenas 72 horas entre el partido con Uruguay y el posterior con Paraguay, se volvió a repetir este martes ante el mismo espacio de tiempo respecto del juego con los ecuatorianos: el capitán lució cansado.
Sobre el cuarto de hora Montiel tuvo una desatención por la que había perdido el puesto y se dejó ganar la espalda por Luis Díaz, la figura de Colombia y del encuentro, quien logró la por entonces merecida paridad en el marcador.
Recién a partir de ese golpe Argentina empezó lentamente a recuperar posiciones en el terreno de juego como en el principio de la noche y tuvo dos opciones clarísimas para pasar otra vez al frente, la primera cuando todavía Colombia era más, pero se la perdió sin arquero Lautaro Martínez tras una buena habilitación del ingresado Ángel Di María. La otra fue un tiro en el palo derecho de Messi.
Entonces llegaron los penales y allí “Dibu” Martínez, el considerado esta temporada como el mejor arquero de la Premier League inglesa defendiendo los colores de Aston Villa, se transformó en el “Messi de las manos” al contener tres de los cinco remates que le ejecutaron, mientras que en Argentina solamente falló Rodrigo De Paul.
El exarquero de Independiente “habló” a cada uno de los ejecutantes colombianos y les terminó ganando desde lo psicológico y luego desde lo futbolístico a Davinson Sánchez, Yerry Mina y Edwin Cardona, para convertirse “en héroe”, como alguna vez le dijo Javier Mascherano a uno de sus antecesores, Sergio Romero, en otra semifinal jugada también en Brasil hace siete años, frente a Holanda, por el Mundial de 2014.