El equipo de Lionel Scaloni se impuso por 3-2 en la definición desde los doce pasos. Emiliano Martínez atajó tres remates y fue el gran héroe. La final, contra Brasil en el Maracaná de Río de Janeiro, el sábado a las 21.
La Albiceleste se impuso por 3-2 en los penales contra Colombia, luego de igualar por 1-1 en los 90 minutos, en el estadio Mané Garrincha de Brasilia. Emiliano Martínez fue el gran héroe: tapó tres remates desde los doce pasos. La final, contra Brasil, en el mítico Maracaná, el sábado.
El encuentro se llevó a cabo en el estadio Mané Garrincha de la ciudad de Brasilia, fue controlado por el árbitro venezolano Jesús Valenzuela, quien fue asistidos por los jueces de línea Carlos López y Jorge Urrego.
Argentina golpeó de arranque, con una muy buena jugada colectiva que remató Lautaro Martínez. Iban apenas seis minutos cuando el delantero recibió una asistencia de Lionel Messi (que había sido habilitado por Giovani Lo Celso) y marcó el primero.
Pero lo que vino luego fue muy raro. Porque Argentina no la pasó bien. Y lejos de aprovechar la diferencia en el marcador, el conjunto nacional se quedó y Colombia fue el que controló el juego.
Así fue todo hasta que los 15 minutos del segundo tiempo, Luis Díaz anotó el empate de Colombia. Recién ahí Argentina reaccionó. Y se dio cuenta de que no podía quedarse, que tenía que ponerse de pie. Las situaciones llegaron y la Selección pudo haber marcado el segundo (una jugada sola, sin arquero, que ni Di María ni Lautaro pudieron resolver) y un palo apagaron esa ilusión.
Hubo, además, una jugada polémica (por un agarrón a Otamendi) que pudo haber terminado en penal.
El Mané Garrincha es un estadio que le trae buenos recuerdos a Argentina, ya que ahí fue donde en el Mundial 2014 logró dejar en el camino a Bélgica, en los cuartos de final. En esta Copa América, además, jugó dos veces en esa misma cancha y ganó las dos: ante Uruguay y Paraguay, ambos por la zona de grupos. Esta vez, en un nuevo desafío, pero ante Colombia y en semifinales, volvió a ganar.