El Tomás de Rocamora le ganó en su cancha 97-52 a Parque Sur. Rodri Gerhardt fue la figura del con 19 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias; seguido por Guillermo Romero con doble doble, 13 puntos y 12 rebotes. Tomás Fabricius anotó 17 puntos en el sureño.
El tablero final quizá exima de mayores comentarios pero la realidad es que hubo una nueva edición del clásico uruguayense y se lo quedó Rocamora con holgura ante el juvenil y batallador elenco de Parque Sur. De todos los partidazos, o emocionantes juegos que nos han regalado en el historial, lo que se vio en el primer cuarto fue de lo más flojo de todos. Y flojo por utilizar un término contemplativo. Faltaban poco más de cuatro minutos para cerrar el parcial y el Rojo lo ganaba 4-2. Mejoró en el tramo final con algo de Cognigni, y un triple de Pascal, y se lo llevó 15-8.
En el comienzo del segundo cuarto un buen pasaje de Gerhardt, con seis puntos en fila, sirvió para estirar la diferencia a 21-10. Un solitario triple de Fabricius, asimismo, no ayudó mucho a la visita porque el local siguió mejor hasta que un triple de Impini marcó la mayor diferencia hasta ahí (35-18). A Parque Sur le costó mucho defender su aro, en ataque no estuvo fluido y Rocamora continuó escapándose. Apariciones de Romero en la pintura fueron las que decoraron el resultado antes del descanso largo (42-22).
Romero continuó siendo muy importante también en el comienzo del segundo tiempo y Rocamora casi que sentenció el juego en este tramo pese a todo lo que restaba. Y otro triple de Fabricius fue de lo rescatable visitante en ese inicio (44-25). La verdad es que con la dupla Bello-Romero el Rojo fue muy superior y consiguió una máxima de 31 puntos. Dos triples en final del cuarto del Chiquilín Picart maquillaron un poco la brecha (64-38).
Si hasta ahí la diferencia de fuerzas fue notoria en el último cuarto se incrementó y Rocamora lo cerró a placer. Logró un parcial 33-14 y con ello, al menos para la estadística, alcanzó una diferencia final de 45 puntos que es la más amplia hasta acá entre ambos. Rocamora terminó el juego con seis jugadores en doble dígito, se despidió de local con una alegría pero también es ponderable la labor del rival que se entregó hasta donde pudo y cayó con las de su ley.