Nunca tendrás tu calle, Alsogara

León Gieco acuñó, sobre el filo de la retirada de la derecha peronista en el gobierno, una frase sentencia que sonaba bastante progre en aquel despertar de la irrupción piquetera. Era el alba de una época que obligaría transitar los fiordos de una nueva era, con cantos de sirena que terminarían con un militante de la UCeDe en el sillón contiguo al de Rivadavia. Amado Boudou. Quienes suelen echar un vistazo al archivo, de vez en cuando, no olvidarán que en mayo de 1974 el general Perón recibía

cánticos hostiles de algunos jóvenes, que cuestionaban el rol del conservador Vicente Solano Lima en la fórmula presidencial, que había llevado al triunfo a Héctor Cámpora un año antes. Muchos voceros a sueldo de la revolución burguesa contemporánea, suelen reivindicar la rabia de Eva Perón, cuando el General le anunció que la situación no daba para ocupar un sillón a su lado. Todos saben cómo terminaría esa historia, de todos modos, aunque nadie se imagina el destino del poder en sus manos, cuya fragilidad hacía temblar a los amigos de Solano Lima y Boudou. Perón se heredó a sí mismo, por una cuestión de subsistencia, pero en el interín alimentó la bestia todo lo que pudo, quizá en la creencia que algún intérprete, algún día, descifraría la clave de la revolución, en el país de la libertad. Eso no ha ocurrido hasta el presente y suele sentirse en las reuniones, la ausencia de los Cooke, los Carrillo, o los Jauretche. Tal vez por esa necesidad se lo ha traído a Don Arturo a la virtualidad, explicada por jóvenes de experiencia incomprobable, a la que ahora Microsoft empuja, como lo hizo en su momento la guerra de Argelia o el manifiesto surrealista, con los chicos que pretendían explicarle a Perón cómo era eso de ser peronista. Los equívocos de la política terminan en mal de todos. Así como los errores en la asignación presupuestaria dejan sin aportes a unos, en detrimento de otros. Tiene razón «El vivo de León» hay que temerle a los vivos, «nunca te harán daño los muertos», pero en la Argentina del federalismo incomprensible, donde afortunadamente en el Mercado Central puede comprase un kilo de carne a 20 pesos, el resto de los mortales nacionales sufre el síndrome que, por abstracta, convierte a la revolución en una parodia. Es posible que Alsogaray nunca tenga su calle, pero cuando se gastan en recitales, fondos públicos que faltan en otras latitudes del país federal, de poco importa. Boudou seguirá saltando en el palco, para festejar el día de la Independencia.
 
Ensayo de protesta
Esta semana un grupo de funcionarios alzó un poquito la voz en Paraná por los problemas que tiene la avicultura entrerriana. No estuvo en esa foto el Gobernador Urribarri, que había comprometido con Carlos Schepens la solución del tema en los despachos de la Rosada. Lo cierto es que el tiempo pasó y la tensión entre industriales y trabajadores amenaza abrir un frente absolutamente inoportuno, en el marco de un final de marcada incertidumbre. Ninguno de los presentes en ese encuentro tiene la posibilidad de hacer nada por el sector avícola de Entre Ríos, salvo Urribarri. El problema es que del otro lado de la soga está nada menos que Guillermo Moreno y todos saben lo que puede costar hacerlo enojar en este momento. El polémico Secretario de Comercio Interior está convencido que los industriales la juntaron con pala en su década ganada pero, contrariamente a lo que suele suceder con otras industrias, la pusieron en inversiones que los propios trabajadores reconocen.
 
Socialista incómodo
El presidente del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, estuvo en Paraná para apoyar a la lista «Unidad Progresista», que encabezan los precandidatos Lisandro Viale y Américo Schvartzman. Con efecto resorte los demás integrantes del FAP le exigieron razones para respaldar a esta lista y no a las otras dos que competirán en las primarias de agosto, en el marco en ese espacio político. «En agosto se vota con el corazón y en las generales de octubre con la razón», se limitó a decir. «Estamos trabajando en función de una integración de todo lo que quiera ser integrado y por lo tanto vamos a apoyar siempre a esta integración dentro de una unidad que creo que es fundamental para construir un país normal, donde funcionen las instituciones y la república esté basada en la
independencia de los tres poderes, donde el federalismo sea realidad, donde se respete la autonomía de los municipios, donde el articulo 14 bis de la Constitución sea cumplido». Una incomodidad, sin duda, difícil de explicar sin explicaciones.
 
La UCR fuerza la unidad
Los principales dirigentes de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos, están embarcados en un esfuerzo de unidad partidaria que no siempre da sus resultados. En el plano local, por ejemplo, los nombres que encarnan la campaña de la PASO, no son, salvo excepciones, los que habitualmente tercian en las internas partidarias. Se notan muchas ausencias. Por ese motivo, quizá, se ha recurrido a reforzar la estrategia del boca a boca, a través de una tarea concreta, como es la consolidación de lista de fiscales de mesa. En este sentido, se ha realizado una convocatoria a quienes habitualmente cumplen esa tarea, pero que no pisan el comité salvo para cumplir ese aporte partidario.