Colombia no pudo sacar ventaja de un equipo «a priori» accesible como Venezuela, que llegó a esta Copa América diezmado por más de una docena de casos de coronavirus, pero al que le alcanzó con el entusiasmo de sus juveniles e inexpertos futbolistas para llevarse un muy celebrado empate sin goles en un partido de la segunda fecha del Grupo B que tuvo lugar en el estadio Olímpico, de Goiania.
El conjunto colombiano dirigido por Reinaldo Rueda nunca abandonó su ritmo cansino, ese con el que le alcanzó para vencer en la fecha inaugural del grupo a Ecuador por 1 a 0, y eso le permitió a Venezuela, diezmada por más de una docena de casos de coronavirus, tan solo con el entusiasmo de los jóvenes futbolistas que actúan en el fútbol de su país y fueron convocados a último momento, suplir las diferencias de jerarquía entre ambos.
Pero la lógica indicaba que ese desgaste de los inexpertos jugadores venezolanos iba a mermar en el segundo período y simultáneamente Colombia iba a acelerar en pos de un triunfo «a priori» alcanzable ante un rival que venía de caer por 3-0 en su debut frente al local, Brasil.
Sin embargo no sucedió ni una cosa ni la otra, porque los chicos dirigidos por el entrenador portugués José Peseiro siguieron cumpliendo al pie de la letra lo diagramado por su técnico y a ello le siguieron adosando una entrega física encomiable.