Un grupo de docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud trabaja sobre las propiedades medicinales de la planta. Busca acompañar a quienes ya la utilizan.
El Senado provincial aprobó el Régimen para el acceso seguro e informado al cannabis con fines médicos, terapéuticos y/o paliativos del dolor y a sus derivados, con el fin de garantizar y promover la protección integral de la salud de las personas a las que se les indique su uso para dichos fines. En la Facultad de Ciencias de la Salud, un grupo de docentes e investigadores trabaja en este tema con el apoyo de las autoridades. Diego Navajas, médico clínico y docente, habló en A Tres Bandas, el programa de las radios de la UNER, sobre la creación de un espacio de investigación vinculado a la temática.
Sobre el acceso seguro al cannabis medicinal que estableció la Legislatura, Navajas expresó: “Estamos avanzado en la parte legal, porque en los usos en sí que tiene la planta, la misma sociedad ha avanzado sin una legislación que lo acompañe. En los últimos años, los legisladores se dieron cuenta que había una necesidad y que necesitábamos una ley que ampare a los usuarios, que ofrezca la posibilidad de acceder de manera gratuita y segura a este medicamento. No sé si llamarlo así, medicamento. Sí al uso medicinal de la planta que tantos beneficios viene trayendo”.
El docente de la UNER es además médico clínico y dermatólogo y “junto con otro grupo de médicos docentes de la Facultad comenzamos a reunirnos, queríamos participar de algo relacionado al cannabis medicinal. Creemos que es un buen espacio para generar algún tipo de iniciativa. Estamos diseñando un trabajo de investigación. La idea es algo relacionado con la planta, relacionarnos con el INTA, que en Concepción del Uruguay tiene un lugar muy lindo que puede servir para experimentar o realizar algunos trabajos de investigación para volcarlo después a la sociedad y favorecer a todos los usuarios que lo hacen en una forma más casera”.
En otro tramo de la charla, Navajas afirmó: “Como médicos, ya que esto es algo nuevo que va surgiendo poco a poco y nuestra formación es más tradicional, buscamos acompañar a los pacientes, tratar de brindarles un acompañamiento. Porque al uso del cannabis medicinal lo realizan a veces sin indicación médica. Intentamos recomendarles el buen uso porque en el tema de los aceites medicinales hay muchos y no conocemos bien cuáles son los componentes de los que se venden en el mercado. Todavía no hay un lugar donde uno sepa qué tipo de cannabinoides tiene”.
En ese sentido, explicó: “A veces nos encontramos con fallas terapéuticas que muchas veces tienen que ver con que el preparado para esa patología no funciona, no contiene los cannabinoides o la concentración necesaria. Hicimos un análisis, mandamos las muestras y nos sorprendimos porque había algunos que eran vendidos como los mejores y no tenían agentes concentrados de cannabinoides, ni THC, ni de CDB. Sólo eran un placebo, sin ningún efecto terapéutico”.
Por último, Navajas resaltó que “desde la Facultad hay un apoyo absoluto. Nos hemos reunido con el Decano Jorge Pepe, con el secretario académico, y nos sentimos muy respaldados. El uso medicinal del cannabis surge más de la sociedad que de los médicos, porque es la familia. Acá se conoce mucho el caso de Mamá Cultiva, comenzaron a investigar por su cuenta, por sus hijos, y eso va muy de la mano con cómo se enseña medicina en la UNER, ya que se encara al paciente desde el punto de vista social y psicológico”.