Estaba 2-0 y Belgrano se lo empató. Sin embargo, cuando parecía que el nerviosismo llegaba a Boedo, liquidó todo con una ráfaga. Goles de Mas, Correa, Piatti y Cetto.
Hoy, el nuevo puntero del campeonato es San Lorenzo. El Ciclón ganó su premio anoche y dejó el domingo abierto: ahora, Newell’s, Boca, Lanús y Arsenal, más el equipo de Boedo, son los que pelean por el trofeo de campeón. San Lorenzo los mira, al menos hasta mañana, desde arriba: ayer venció 4 a 2 a Belgrano en un partido en el que aplicar su adrenalina le trajo beneficios. Sufrió -porque le empataron- pero peleó y se llevó los tres puntos.
Después de la victoria sobre Boca y el empate con Newell’s, el equipo de Juan Antonio Pizzi comenzó el partido con un juego punzante: a puro ataque y a pura velocidad. De hecho, en la primera jugada encontró el gol. Después de una serie de rebotes y a pura pelea, la pelota le quedó a Emmanuel Más, que sacó un zurdazo para poner el 1 a 0 a los dos minutos de juego.
Con un mediocampo inspirado y con la confianza en alto, San Lorenzo no se quedó ahí. A los 9, Piatti llegó hasta el fondo y dio un pase atrás para Correa, que la empujó al gol. Y el Ciclón se volvió una tromba. Claro, ese énfasis en ataque le generó inconvenientes en defensa. Por eso, una falla permitió que Belgrano descontara. Pereyra recibió un pase largo y se metió entre Mas y Gentiletti, a quien desplazó para definir ante la salida de Saja y entonces generar suspenso en un partido que parecía encaminado para el equipo local.
El Ciclón no pudo sostener el ritmo en el inicio del complemento, al que salió más calmo y con menos intensidad. Belgrano fue astuto para percibir eso. A los 15, Picante Pereyra se metió en el área y sacó un derechazo que Alvarado metió dentro de su propia valla, para el 2 a 2. Fue cuando invadieron las dudas.
Pero enseguida, San Lorenzo pudo volver a inclinar el partido a su favor. Se encendió otra vez. Fue gracias a un penal que cobraron sobre Piatti, que el propio volante cambió por gol. Y ahí se dio el partido que al Ciclón más le gusta: la posibilidad de jugar de contra, de mandarse. A los 27, tuvo premio: Cetto cabeceó un córner y anotó el 4-2 tranquilizador. O más: el 4 a 2 que lo dejó en el cielo del Torneo Inicial