Sociedad 17/11/13

DIOS ES VIDA

Domingo 33º del año «Gracias a la constancia, salvarán sus vidas» (Lc.21, 5-19) Dentro de dos semanas concluirá el año litúrgico, con el domingo de Cristo Rey. Tratándose del término del año, en este tiempo la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el final de los tiempos, al que hace frecuente alusión Jesús en los evangelios, y que también aparece reiteradamente en los profetas del antiguo Testamento. En el Evangelio de hoy, Jesús se refiere por un lado a la destrucción de Jerusalén, como un preanuncio de lo que sucederá al final de los tiempos. No es necesariamente una alusión al fin del mundo, sino más bien al fin o término de «esta generación», la actual civilización humana.

Jesús nos advierte que no nos dejemos engañar por los que pretendan presentarse falsamente en su nombre. Y también nos da como signos de la cercanía del fin, las extraordinarias guerras y revoluciones, pestes, hambre, terremotos y «fenómenos atterradores» y grandes señales en el firmamento. Los otros dos evangelistas hablan también de grandes olas de mar que asolarán la tierra. Nos podemos hacer alguna idea con las últimas catástrofes ocurridas en distintas partes del mundo, en forma imprevista y de incalculable magnitud. Pero como un signo bien claro que precederá este final, Jesús nos predice a los que le seamos fieles, que nos perseguirán y llevarán a juicio y a la muerte, por ser seguidores de Cristo.

Seremos «odiados» por todos por creer y dar testimonio de Jesús. Pero no hemos de tener miedo y no acobardarnos, sino perseverar en nuestra fe y adhesión a El hasta el fin. Si Dios está con nosotros , quién podrá contra nosotros? Ni siquiera tenemos que pensar «cómo defendernos», ya que El está con nosotros y nos dará la sabiduría y las palabras oportunas, que nadie podrá contradecir. Muchos de estos «signos» ya se están dando en nuestra época, y las persecuciones, a pesar de los tan manoseados «derechos humanos», lejos e disminuir, van creciendo en todas partes.

Los que tienen fe van quedando excluidos de la «sociedad moderna», que se está fabricando su propía religión y su propio Dios, a la medida de su conveniencia, como los ídolos de la antigüedad. El Año de la Fe, que hemos vivido en este año, y que cerraremos el próximo jueves 21, nos anime a ser Testigos de Cristo en todos los ambientes donde nos desempeñamos, pero sobre todo siendo fieles a la Vida de Dios que hemos recibido en el Bautismo, para que sigamos con Vida: «gracias a la constancia, salvarán sus vidas». Firmes en la Fe, seamos testigos de Jesús siendo fieles a su Amor. Parroquia Santa Teresita.