«También en 2011 me llamaron a último momento para ser diputado y después fui como ministro», dijo José Lauritto en el acto de recepción de los diplomas que acreditan a los legisladores nacionales, que asumirán sus cargos el 10 de diciembre próximo. «Fui llamado para ser
precandidato a legislador en su momento, uno tiene que estar dispuesto a ocupar el lugar que el peronismo diga», agregó. Las palabras del flamante diputado electo despertaron suspicacias en los mentideros paranaenses, que creyeron leer entre líneas la posibilidad de que Lauritto no asuma su banca para quedarse en la provincia. Nadie salió a desmentir la especie, pero como la actividad política ha consagrado el reino de la ambivalencia, el horizonte de lo posible siempre queda un poco más lejos que esa frontera.
«En mi caso, hice campaña para ser diputado, me gustaría ser legislador, pero desde el lugar del compromiso que uno asume. Estoy a disposición de lo que el Gobernador diga, en la anterior oportunidad en 2011, en dos o tres oportunidades se me fue señalando cuál era el lugar. En un momento iba a ser ministro de un ramo, terminé siendo de otro». Pero como si fuera poco, el todavía funcionario sinceró también su convencimiento de que algunos periodistas «manejan mejor información que la mía, a veces uno se entera más de afuera que de adentro.
Sé que en estos lugares uno tiene que estar dispuesto donde el peronismo y el gobernador digan». Resulta fácil descifrar dónde puede Urribarri localizar a Lauritto. Pero sería sumamente complejo interpretar cuál es el lugar que el peronismo le otorga hoy al ex intendente uruguayense. «Hoy vine a este acto con la idea de ser diputado. Cuando le preguntan al gobernador por la posibilidad de ir a un cargo nacional, él dice que estará donde la presidenta diga; yo estaré donde el gobernador diga».
Radicales calientes
El próximo congreso radical entrerriano no tiene aún fecha de realización, aunque la semana próxima podría conocerse esa convocatoria, con fecha de consenso no más allá del último sábado de noviembre. De todos modos, la perspectiva es de un congreso caliente en la UCR, donde no sólo habrá alguna que otra catarsis, sino también una buena dosis de presión para anticipar elecciones partidarias. De ser así, será preciso declarar la caducidad de todos los mandatos.
En los últimos tiempos mucho se ha mencionado la posibilidad de regionalizar esta instancia institucional, pero quienes conducen al centenario partido no ven con buenos ojos que algunos caciques territoriales ganen protagonismo en detrimento de la capital provincial, especialmente. En caso de prosperar el planteo sólo queda la vía de la caducidad porque, de lo contrario se violentaría la soberanía de un partido que ha hecho de la democracia interna casi religión. Son pocos los que creen en esta alternativa, sobre todo porque quienes manejan los destinos del Comité provincial no han efectuado pronunciamiento algunos en este sentido y precisamente desde allí debería convocarse a elecciones.
Apuros
El affaire por el Mercado y la Terminal, ejes del proyecto turístico integral heredado por Carlos Schepens de Marcelo Bisogni, trajo esta semana una disputa mediática enmarcada en un par de premisas, que no tuvieron en cuenta la razón fundamental por la que tanto se cuestiona. Un error básico sobrevuela el estatus legislativo, forzado por el Ejecutivo hasta un límite que ha comenzado a exigir cierta urgencia. Si el tratamiento en el Concejo se demora un par de semanas, una presentación judicial puede complicar tremendamente las cosas. Por ese motivo, desde el tercer piso recomendaron con inusitada vehemencia el tratamiento esta misma semana, cosa que políticamente resultó imposible.