Luego de que trascendiera la muerte de Sergio Varisco, ex intendente radical de Paraná, todo el arco político expresó sus respetos para el también Diputado nacional y candidato a gobernador de Entre Ríos. Varisco falleció tras estar en terapia intensiva desde el 8 de mayo, en la cual recibía asistencia respiratoria mecánica.
En relación al fallecimiento del dirigente, La Prensa Federal dialogó con Fuad Sosa, exdiputado y Presidente de la UCR, íntimo amigo de Varisco. “Hoy, el radicalismo pierde un referente histórico del partido”, aseguró Sosa.
En primer lugar, Sosa comentó que “estos son días de tristeza y gran pena para los paranaenses y los radicales de toda la provincia”, ya que Varisco “era una persona incansable, porque su vida y su pasión eran la política y la militancia. Nunca encontré a un dirigente que conociera Paraná como él”.
Consultado por su relación con Paraná, el exdiputado aseguró a La Prensa Federal que “solíamos acompañarlo por la ciudad cuando estábamos allí, y nos sorprendió que se acordase del nombre de la mayoría de los vecinos en los barrios. La capacidad que tenía para el día a día en la ciudad era impresionante, y por sobre todo, no lo pude ver en nadie más”.
Asimismo, Sosa añadió: “yo lo he ido a visitar en el mes de abril, pero cuando comenzó todo el tema de la pandemia me terminé quedando en Nogoyá. Sergio ya venía con problemas cardíacos y a lo último oncológicos, ya lo veía desmejorado y me costaba entender porque no hablaba del todo bien”, sin embargo “hasta su último momento tuvo presente el partido, sus internas y los gobiernos en general. Tenía una fuerza increíble”, destacó el presidente de la UCR.
En cuanto a las experiencias personales de Sosa con Varisco, el dirigente afirmó que “a Sergio le apasionaba la historia de nuestro partido, nuestros representantes y de la política en general. La gente lo seguía y era uno de los pocos hombres políticos que se manejaba sin custodia por los barrios. Era una persona austera, sin grandes lujos ni casas”.
Siguiendo con esta línea, Sosa agregó: “me sorprendía que, cuando íbamos a los barrios, nos metíamos en corredores y siempre un poco alertas, pero él iba con toda seguridad en sí mismo y en su persona, ya que seguramente alguien conocía en esos lugares”.
“Se fue muy joven. Hoy, el radicalismo pierde un referente histórico, que tenía una condición que casi ningún dirigente tiene: nunca hablaba mal de un compañero o un opositor, siempre buscaba la charla y la convivencia”, señaló Sosa, que finalizó: “se nos fue un gran demócrata”.