Está acusado de dos casos de abuso sexual a niñas de 4 y 6 años, y una situación de acoso a una adolescente de 14 en Lucas González. El padre de las presuntas víctimas contó el calvario que vive la familia tras denunciar los hechos.
La Justicia de Nogoyá volvió a prorrogar la medida de prisión preventiva bajo la modalidad de arresto domiciliario a César Cepeda, el hombre acusado de dos casos de abuso sexual a niñas de 4 y 6 años, y una situación de acoso a una adolescente de 14 en Lucas González. En la audiencia, tanto la querella como la Unidad Fiscal solicitaron dicha extensión, otorgándose dicho pedido al no ser objetado por la defensa del acusado.
Cepeda está detenido en prisión preventiva desde el pasado mes de julio, cuando una niña de tres años contó a su madre lo que sucedía cuando quedaban al cuidado de su tío. Días más tarde otra niña de seis años, hermana mayor de la primera víctima, contó que sufría el mismo acoso por parte del acusado.
Desde ese momento cumple prisión preventiva alojado en un establecimiento rural ubicado en las inmediaciones del Arroyo de la Cruz, en distrito Crucesitas Tercera de este Departamento Nogoyá, en calidad de comunicado en orden al delito de abuso sexual con acceso carnal en calidad de guardador.
Esta extensión de condición de prisión para Cepeda, en otras ocasiones, no ha sido noticia, pero en este caso, tanto la Justicia como familiares de las víctimas debieron salir a hacer público lo sucedido en la audiencia debido a la errónea interpretación de medios de comunicación y por el constante juzgamiento que parte de la sociedad luquense ejerce sobre las víctimas y sus familiares, aduciendo falta de verdad en las denuncias realizadas, publicó Paralelo 32.
El padre de las niñas encaró una campaña de difusión, donde destacó el rol de la Justicia, de la Unidad Fiscal y de la querella, afirmando que quienes inventan noticias y las difunden “están desinformando, dando pie a que siga habiendo pedófilos”.
“Hace ocho meses que este sujeto está privado de la libertad, se prorroga la prisión domiciliaria, tiene una alta presunción de culpabilidad y tras el examen forense se re caratuló la causa como abuso sexual con acceso carnal, gravemente ultrajante y agravado por la figura de guardador”, explicó Alejandro, padre de las víctimas.
“No se quieren cambiar, ellos se basan en publicar pavadas y la familia del acusado se prende en este juego cuando deberían presentarse también en la justicia con sus pruebas.
Estamos conformes con el trabajo de nuestros abogados y el de fiscalía, no podemos decir nada, estamos atravesando la pandemia y es difícil llegar con todos los tiempos, pero estamos tranquilos, porque lo que las nenas dijeron lo siguen sosteniendo, ellas cuentan la pura verdad y están asistidas psicológicamente por eso”, contó el padre a FM del Éxodo.
Alejandro no pudo ocultar la impotencia y el nuevo calvario que sufren tras haber realizado la denuncia: “Me parece lamentable que tengamos que sufrir ataques por redes sociales, ensuciando a las víctimas y sus familiares.
Hay gente que increíblemente defiende al victimario, tuve que cambiar a mi hija de colegio porque dentro del colegio un grupo de padres la juzgó. Hoy las nenas viven con la mamá, tuvieron que mudarse porque su casa estaba pegando a otra donde vivían familiares de Cepeda, las cuidamos entre la mamá y los abuelos para que no tengan que cruzarse con esta gente que les hace mal”, sostuvo.
Por último, Alejandro definió que sus hijas, “además de víctimas, son sobrevivientes con todas estas cosas que se dicen, agradezco que pudieron hablar, me duele la situación por la que pasaron, les brindamos asistencia desde el primer momento que supimos toda la verdad”.
“Ellas siguen teniendo mucho miedo, a personas que no conocen, a la policía, las cámaras, las sirenas. Tocan timbre y ellas se esconden, tienen episodios de llanto sin motivos y tienen pesadillas”, relató el padre y agregó: “Nadie debería ser abusado, no debería existir ningún abuso. Nadie puede ponerse en mi lugar, porque nadie vio la cara de mis hijas cuando nos contaban o que les hacían. A todas esas cosas tenés que pasarlas para saber lo que se vive”.