La provincia avanza en la consolidación de las redes de derivación para los pacientes con patología cardiovascular aguda, con el objetivo de optimizar los tiempos de diagnóstico y traslado. Es a través del Ministerio de Salud.
El infarto de miocardio, una de las patologías de mayor prevalencia en todo el mundo, puede provocar secuelas a largo plazo e incluso la muerte si el paciente no es diagnosticado y tratado oportunamente. Es por eso que el Ministerio de Salud trabaja para formalizar redes de derivación en las diferentes Regiones Sanitarias con el objetivo de reducir los tiempos de traslado, permitiendo salvar más vidas y mejorar las perspectivas de tratamiento.
El cardiólogo Manuel Bustamante, integrante del equipo de la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, explicó que la provincia ya comenzó a organizar una red de médicos distribuida de acuerdo a las 4 Regiones Sanitarias de la provincia (con cabeceras en Paraná, Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú), a efectos de mejorar la comunicación para lo que es el diagnóstico y la derivación pertinente del paciente que sufre un infarto agudo de miocardio.
“Ya se ha puesto en marcha en la Región 3 (que comprende los departamentos Uruguay, Colón y Tala), cuya cabecera es el hospital J.J. Urquiza en Concepción del Uruguay, que recibe derivaciones desde Colón, San José, Villa Elisa, Basavilbaso, Rosario del Tala y Maciá, con una experiencia muy positiva y buena comunicación entre ellos”, manifestó Bustamante. Es en este marco que actualmente se está organizando el funcionamiento de la Región 1 (departamentos La Paz, Paraná, Diamante, Victoria y Nogoyá), que tiene como punto de derivación al hospital San Martín de la ciudad capital.
“Nos volvimos a reunir con el director del hospital, Carlos Bantar, para terminar de dar forma a todo lo que es la red de derivaciones y comenzar a trabajar en la formación de los recursos humanos de los distintos efectores intervinientes; estamos avanzando a toda la velocidad que se puede para poder dar curso y poner la estrategia en marcha en esta región”, completó el profesional.
La patología cardiovascular aguda, que comúnmente se conoce como infarto agudo de miocardio, tiene algunas instancias intermedias o a veces de límites más difusos que requieren de estudios de las arterias coronarias en agudo. Es así que Bantar destacó: “Como el hospital San Martín tiene un Servicio de Hemodinamia muy bien constituido, con guardias a toda hora, una guardia de Cardiología con dos especialistas (uno en la Unidad Coronaria y el otro en la Guardia Central), creo que están dadas todas las condiciones para que podamos afianzar toda la articulación que hoy existe de manera informal, de manera más funcional, donde estén involucrados todos los directores de los centros de atención primaria y los centros de atención de segundo nivel para hacer esta derivación y poder salvar más vidas”.
El profesional completó: “La provincia hace uso de la dinámica de organización en red que caracteriza a este Ministerio, con una visión sanitaria desde la atención primaria escalonada hacia el último nivel, para poder dar la mayor equidad en salud posible; es decir, que cada uno tenga lo que le corresponde tener”.
Previsión de cara a la pospandemia
Los acercamientos para coordinar estas redes de derivación comenzaron hace más de un año, pero hoy tienen un matiz completamente diferente ya que encuentra a las instituciones sanitarias transitando la realidad de un nuevo año de pandemia y planificando lo que vendrá por delante, donde se deberá atender los efectos colaterales (es decir, aquellos que no son atribuibles directamente al Covid).
La pandemia por Coronavirus ha provocado que mucha gente que padece enfermedades crónicas haya dejado de asistir a los controles pertinentes; en este contexto, las patologías cardiovasculares, que tradicionalmente fueron las más prevalentes y de mayor índice de mortalidad, durante el último año quedaron relegadas tanto en lo que hace a su prevención como a su atención y rehabilitación.
Es así que se espera un aumento de la prevalencia de la enfermedad cardiovascular en los años venideros (en todo el mundo, no sólo en Entre Ríos).