El Ministerio de Salud de Entre Ríos entregó dos microcentrífugas a los hospitales Centenario de Gualeguaychú y San Roque de Paraná, y dos al Laboratorio de Epidemiología. La inversión total demandó 759.000 pesos.
En el marco de las entregas de equipamiento que viene efectuando el Ministerio de Salud de Entre Ríos en el contexto de la pandemia por Covid-19, se entregaron cuatro microcentrífugas, de las cuales dos se entregaron a los hospitales Materno Infantil San Roque de Paraná y al Centenario de Gualeguaychú. En tanto que las dos restantes fueron destinadas al Laboratorio de Epidemiología de la capital provincial.
La inversión total que insumieron las microcentrífugas asciende a 759.000 pesos. En el detalle de compra, el precio unitario de las que recibieron los nosocomios es de 192.000 pesos, mientras que las que fueron al Laboratorio provincial demandaron 187.500 pesos.
En el caso del hospital San Roque, la secretaria de Salud, Carina Reh, hizo entrega del equipo al director del nosocomio, Germán Hirigoyen junto a su secretario Técnico, Rodolfo Ramírez. Este nuevo equipamiento pasará a ampliar el presente en el Laboratorio del Séptimo Piso, donde se realiza parte del proceso de análisis de muestras para la determinación de Sars-CoV-2.
Especificaciones de las microcentrífugas
Se trata de centrifugas con rotor angular para 24 tubos Eppendorf, marca Dauerhaft, que ampliarán el equipamiento presente tanto el Laboratorio provincial como en los nosocomios.
Estas centrífugas se aplican ampliamente en Biología, Química, medicina, bancos de sangre y en pruebas clínicas. Poseen las ventajas de una estructura compacta, de pequeño volumen, bajo nivel de ruido, segura y confiable.
Al mismo tiempo, estos equipos adoptan tecnologías avanzadas, como la disminución del efecto de absorción de vibraciones mediante la aplicación de un amortiguador especial, una función de autoequilibrio, control de velocidad controlado por PWM (pulse width modulation) para una alta precisión de control y rápida función de aceleración y desaceleración. Para cumplir con los requisitos de los laboratorios, el motor sin escobillas también garantiza el funcionamiento del equipo en un estado silencioso.