Investigan la presunta responsabilidad de una médica de San Salvador en el fallecimiento de una nena de un año y ocho meses. Denuncian que pasó cinco días con diarrea y sangre en la materia fecal, sin recibir el tratamiento que requería.
La Unidad Fiscal de San Salvador investiga las formas y circunstancias en las que una beba de un año y ocho meses de vida falleció tras pasar cinco días con un cuadro de diarrea y sangre en la materia fecal. Los querellantes por la madre de la niña, Patricia Valin y Miguel Ángel Cullen, presentaron un escrito ante la fiscal, Rosana Luggren. Allí se sostiene que el deceso ocurrió el 2 de noviembre de 2020 en el hospital San Roque de Paraná, pero antes la niña fue abordada en el hospital Delicia Concepción Malvernat de Concordia, donde llegó derivada del hospital de San Salvador. En este nosocomio, según la acusación, la pequeña fue internada en sala de aislamiento estricto Covid- 19 por decisión de la médica Yolanda Beatriz Pol, que comenzó a atender a la niña en su consultorio privado el 28 de octubre de 2020. Para la querella, aquello causó «un retraso en la atención médica necesaria que necesitaba la paciente». Valin y Cullen, que representan a la madre de la niña, precisaron que ésta «ingresa al Hospital San Roque a las 3.20, del 2 de noviembre de 2020. Se confirma el diagnóstico realizado en Concordia, acentuando que la paciente nunca había recibido los tratamientos adecuados en San Salvador», y añadieron que «por causa de esto la paciente ya presentaba varios cuadros patológicos que hicieron provocar paros cardio respiratorios, y al final su deceso». La querella sostiene que el sábado 31 de octubre, después de varios hisopados, la médica decidió «realizar otro hisopado sin prestar atención al cuadro de enfermedad en que se encontraba la niña». En el pedido de apertura de la causa, los querellantes señalaron que «los análisis realizados en Concordia no concuerdan con los tratamientos que estaba ejerciendo la médica Pol». En este sentido, añadieron que «los médicos de Concordia piden la derivación al Hospital San Roque de la ciudad de Paraná con un cuadro muy delicado, el traslado era demorado por falta de médico hasta las 6 del lunes 2 de noviembre de 2020». No obstante, se pudo realizar el domingo 1 a las 23 porque se solicitó que una médica de San Salvador cubriera la falta de asistencia profesional en la ambulancia. En la descripción del hecho se sostuvo que la niña fue llevada el miércoles 28 de octubre de 2020 al consultorio privado de Pol, por un cuadro de diarrea y sangre en la materia fecal y se le mandaron hacer análisis clínicos, que se realizaron en un laboratorio privado. Además, se consignó que en la tarde del 28 de octubre, la madre de la niña se comunicó con la médica Pol «porque la niña se encontraba en muy mal estado por la cual», por lo que se decidió internarla en el hospital San Miguel de Sal Salvador. La querella sostiene que «la médica insistió que la internación fuese en sala de aislamiento estricto Covid- 19, causando un retraso en la atención médica necesaria que necesitaba la paciente». De acuerdo a la denuncia, durante la noche del 28 de octubre, «alrededor de las 20, nuestra mandante le solicita la derivación médica a otra institución más equipada ya que no se veía mejoría alguna, y la paciente seguía haciendo deposiciones con sangre y vómitos con un fuerte decaimiento de su estado de ánimo». Según la acusación, Pol le «dijo a nuestra mandante que no era necesaria la derivación porque la paciente se encontraba bien y al estar en zona de aislamiento no la aceptarían en otra institución». Según la acusación, «el jueves 29 la paciente seguía sin ningún tipo de mejoría, y se realizó un hisopado Covid 19 por la mañana. Ese día nuevamente se pidió el traslado y la doctora alegó que hasta que no estén los resultados no nos autorizaba la derivación porque seguía convencida que la paciente presentaba buen estado de salud». No obstante que la madre no apreciaba una mejora en el estado de salud de su hija, «el viernes 30 fue la médica Pol diciendo a nuestra mandante que estaba todo bien y que el día lunes 2 de noviembre de 2020 le iba a dar el alta. Lo cierto es que nuestra mandante sostiene que no existía ninguna mejoría en la niña».
«Ya no se podía levantar de la cama«
El sábado 31, según el relato de la madre, «la niña ya no se podía levantar de la cama. Por la tarde se recibieron los resultados Covid y nos informó que no eran concluyentes», por lo que Pol decidió «realizar otro hisopado sin prestar atención al cuadro de enfermedad en que se encontraba la niña». Al día siguiente, la médica «realizó el control a las 8 de la mañana, expresando que había una mejoría en la niña y a las 9 se realizó un nuevo hisopado». Sin embargo, la madre, cuando fue a relevar al padre de la niña, sostuvo que «ese día la niña continuó con vómitos y defecando con mucha sangre» y añadió que «es en ese momento que nuestra mandante nota una gran desmejora en el estado de salud, agregando ahora una tensión muscular e irrigación, por lo que volvió a llamar a Pol quien seguía insistiendo en que la niña se encontraba bien».