Tres hombres fueron acribillados y uno salvó su vida de milagro el domingo a la siesta, en un hecho inédito en la historia policial de Paraná. A este preocupante suceso se sumaron sendos crímenes el sábado y este lunes.
La tranquilidad de un domingo a la siesta en Paraná se rompió alrededor de las 15 de la víspera. Más de 20 disparos se cobraron la vida de tres hombres en calle Las Camelias, entre Ovidio Lagos y Mihura. Y un cuarto se salvó de milagro, cuando dos personas en moto y con los cascos colocados se aproximaron hacia donde estaban para acribillarlos a balazos con armas 9 milímetros. Fueron ultimados a balazos Laureano Morales, de 20 años; Germán Herlein; y Cristian Barreto, de 43 años.
Inusual y alarmante
Si bien todavía se recuerda el triple crimen ocurrido el año pasado en una vivienda en Valentín Denis y Procesión Náutica, del barrio Bajada Grande de Paraná, por el cual se responsabilizó a integrantes de la familia Siboldi, el sucedido ayer tiene características totalmente distintas.
No se registra en la historia policial reciente de Paraná un hecho de sangre de este tipo, en el cual asesinos planeen un ataque organizado contra un grupo de personas con la clara intención de matarlas a sangre fría. Sucesos así solíamos ver hasta hace poco, y casi de manera cotidiana, por los medios de comunicación en ciudades como Rosario, donde los ajustes de cuentas, generalmente con un trasfondo narco, son repetidos. De esta forma, lo que parecía que pasaba bastante lejos, en este caso se produjo en la capital entrerriana y a pocas cuadras de las viviendas de muchas personas que quizás pensaban que aquello que veían por televisión, no llegaría a pasar a poca distancia de sus domicilios.
Organizados y con armas de grueso calibre
La conmoción se notó no sólo entre los vecinos del lugar donde sucedió el triple crimen, sino que en toda la ciudad y el resto de Entre Ríos «abrieron los ojos» ante un hecho que resulta muy preocupante, pese a que es poco habitual.
Por el momento no hay otros testigos presenciales más allá del hermano de una de las víctimas, el cual logró escapar, aunque por el momento se ha negado a brindar mayores precisiones. Se sabe que los atacantes fueron dos personas en una motocicleta que habrían llevado colocados los cascos, mientras buscan corroborar si un auto les brindó apoyo logístico.
Es decir, si estas cuestiones logran hilvanarse, se estaría ante un ataque de los que suelen adjudicarse a «sicarios», lo que resulta alarmante en nuestra provincia. A esto se suma que se utilizaron armas de grueso calibre: 9 milímetros. Asimismo, las pericias determinarán fehacientemente un dato que podría avalar que se trató de un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico: Hay quienes aseguran que quienes fallecieron en el lugar donde fueron baleados, fueron «rematados» con un disparo en la cabeza una vez que estaban en el suelo.
Otros dos crímenes
Como si esto fuera poco, un homicidio precedió al triple crimen y otro se produjo pocas horas después del mismo en la capital entrerriana.
Un joven fue encontrado asesinado este sábado por la tarde en Paraná. El hallazgo se produjo en la zona del totoral, en calle Valentín Dénis al final del barrio Caritas, más precisamente en el área de bañados. La víctima del homicidio fue identificada como Leonardo Podestá, de 20 años. El cuerpo tenía un disparo a la altura de la cintura. Por el hecho detuvieron al presunto implicado, de 42 años.
Y este lunes a la madrugada fue hallado el cuerpo de un hombre de un joven en Avenida Ramírez y Alejo Peyret. La víctima se desplomó frente a una panadería tras caminar varias cuadras, luego de ser herido mortalmente, en la zona de la Villa 351, «a donde la víctima, habría llegado a bordo de un remís para, aparentemente, comprar narcóticos». Fue identificado como Nicolás Gabriel Ullán, de 28 años de edad.
Un sexto que estaba internado
Asimismo, si bien el hecho de sangre no se produjo esta semana, falleció el joven que había sido baleado en barrio La Palangana de Paraná. Luis Bravo tenía 23 años y había sido herido el 28 de octubre en que se desató el conflicto en el asentamiento, a la vera del arroyo Colorado. El joven había protagonizado una balacera durante la madrugada de ese miércoles, que desataron un tenso conflicto en el barrio, en inmediaciones de Los Constituyentes y Padre Corona.
Fuente: Elonce