Con el 99,85%.de de mesas escrutadas, 5.886.421 de chilenos (78,27%) avalaron la redacción de una nueva Carta Magna. Acudió a las urnas más del 50% del padrón habilitado, cifra muy alta ya que el voto no era obligatorio.
Luego de la larga noche de festejos por el rotundo triunfo de la opción «Apruebo» en el Plebiscito Nacional 2020, los chilenos ya piensan en el proceso constituyente largamente reclamado, que estuvo en el centro del estallido social de octubre de 2019 en el país, y que ayer recibió el apoyo del 78,27% en «la mayor votación en la historia de Chile», según el Servicio Electoral (Servel).
«Chile eligió el país que quiere, una vez más decidió resolver los problemas con un lápiz y un papel», dijo el presidente del Servel, Patricio Santamaría, quien detalló que de un universo de 14.796.197 personas habilitadas para emitir su voto, ayer acudieron a las urnas 7.520.528 ciudadanos, dando un amplio respaldo a la opción ganadora.
Santamaría destacó la gran afluencia de público que asistió a los distintos centros de votación, calificando el proceso como «la mayor votación en la historia de Chile».
Con el 99,85%.del total de mesas escrutadas, 5.886.421 de personas (78,27%) avalaron la redacción de una nueva Carta Magna que reemplace la de 1980, impuesta por la dictadura de Augusto PInochet (1973-1990) tras un plebiscito realizado sin registros electorales (destruidos 7 años antes), ni controles ciudadanos básicos.
El «Rechazo» sumó 1.634.107 votos (21,73%), mientras en la segunda pregunta, sobre el mecanismo para su redacción, la opción «Convención Constitucional» (solo constituyentes electos) alcanzó 5.646.427 votos (78,99%) y la opción «Convención Mixta Constitucional» (50% legisladores y 50% constituyentes electos) sumó 1.501.793 preferencias (21,01%).
El domingo, cuando las tendencias ya eran irreversibles, el presidente Sebastián Piñera, acompañado de todo su gabinete, reconoció en rueda de prensa en el Palacio de La Moneda el triunfo de la opción «Apruebo» y, buscó bajarle el perfil a la derrota de su socio político, la Unión Demócrata Independiente (UDI), que impulsaba el «Rechazo».
«Hoy los chilenos y chilenas han expresado libremente su voluntad a través de las urnas, eligiendo la opción de una Convención Constituyente, por primera vez con plena igualdad entre hombres y mujeres, para acordar una Nueva Constitución para Chile», dijo el Presidente.
Entre los pasos que sigue al proceso constituyente, el primero será el 11 de abril de 2021, cuando el país volverá a las urnas para decidir a los miembros de la Convención Constituyente, cuya composición será un 100% por votación, como indica la opción «Convención Constitucional».
Serán elegidos 156 miembros repartidos equitativamente entre hombres y mujeres, con un número de escaños reservados para los pueblos indígenas. Con esta opción ningún género podrá tener más de un 50%+1 de la instancia, es decir, podrá haber un máximo de 78 hombres o mujeres electos.
La convención que redacte la nueva Carta Magna se constituirá en mayo de 2021.
El futuro texto constitucional necesitará obligatoriamente dos tercios de los votos de los constituyentes electos para aprobar cada artículo que se discuta en la Convención, una exigencia de los partidos durante la discusión que culminó con el «Acuerdo por la paz social y la nueva constitución», 13 y 14 de noviembre de 2019, que habilitó el plebiscito.
La nueva Constitución, por otra parte, deberá pasar por un nuevo plebiscito ratificatorio, en el que los chilenos deberán aprobar o rechazar este nuevo texto, que se espera se realice en 2022 y con esto el país podrá dejar atrás la Constitución de 1980.
Para este segundo plebiscito de salida el voto será obligatorio, no como en esta primera consulta, en la que era voluntario.
Entre los principales temas que el futuro cuerpo colegiado abordará se cuentas prioritariamente la desigualdad y las reformas sociales.
La mayoría de los analistas coinciden en que la nueva Carta Magna no solucionará todos los problemas que enfrenta el desigual país, pero hay consenso en que el proceso en su conjunto es un primer paso muy importante para restaurar un equilibrio social en el país.
Uno de resultados inmediatos del plebiscito, no obstante, es que ya desató repliegues, reuniones partidarias, cálculos, alianzas e incluso abrió la carrera presidencial.
Heraldo Muñoz, presidente del Partido por la Democracia (PPD), fundado por el ex presidente Ricardo Lagos, dijo este lunes que está «disponible para ser candidato» a la presidencia por esa formación.
En relación al plebiscito, Muñoz dijo que «nace del dolor y la rabia, pero que alberga mucha esperanza».