El ministro de Salud, Ginés González García, afirmó que esta etapa del programa Detectar Federal “es una respuesta a la situación epidemiológica actual en la que se federalizó la pandemia a fin de fortalecer el trabajo conjunto que se viene realizando desde el comienzo”.
En el marco de la segunda etapa del Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Territorio de Argentina (DETeCTAr) que anunció el martes en Rosario el presidente Alberto Fernández, autoridades sanitarias nacionales viajaron a Chaco, Corrientes, Chubut, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz para acompañar “el despliegue de las acciones que fortalecerán la detección precoz de personas con síntomas de coronavirus”.
A través de un comunicado, se informó que un equipo interdisciplinario partió, este martes, desde Buenos Aires encabezado por el secretario de Equidad, Martín Sabignoso, con destino a Chaco y Corrientes.
Ayer, el secretario de Calidad, Arnaldo Medina, viajó a Chubut y Santa Cruz; y el subsecretario de Gestión de Servicios e Institutos, Alejandro Collia, lo hizo a Neuquén y Río Negro “con el fin de apoyar las acciones conjuntas destinadas a la mitigación de la propagación del coronavirus”.
“El Detectar Federal es una respuesta a la situación epidemiológica actual en la que se federalizó la pandemia a fin de fortalecer el trabajo conjunto que se viene realizando desde el comienzo”, expresó el ministro de Salud mediante el texto. Además del envío de equipos de trabajo territorial, el plan Detectar Federal incluye la distribución de 800 mil test de antígenos a las jurisdicciones y transferencias adicionales por 10.000 millones de pesos.
El test de antígenos permite tener un resultado rápido para proceder a los cuidados y al aislamiento de las personas.
Las áreas del Gobierno Nacional que participan además de Salud, son Desarrollo Social, Interior, Defensa, Seguridad, Educación, Transporte y Aerolíneas Argentinas. Desde el inicio de la pandemia, el Estado Nacional -a través del Ministerio de Salud- realizó una inversión superior los 45 mil millones de pesos, con lo que incrementó en un 47% la capacidad de camas de terapia intensiva en el país; construyó 12 hospitales modulares de emergencia -que aportaron 840 camas de cuidados críticos-, amplió la red de laboratorios de diagnóstico y los dotó de insumos, equipamientos y medidas de bioseguridad.