La Cámara Electoral y la Dirección Nacional Electoral comenzaron a proyectar los comicios de agosto y octubre del año próximo, en un posible escenario con pandemia. Los detalles de las alternativas que se manejan.
A 10 meses de las próximas elecciones nacionales la pregunta de quiénes se encargan de su organización es si se serán con o sin pandemia del coronavirus. Como no hay una respuesta las posibilidades están abiertas y por eso tanto la Cámara Nacional Electoral como la Dirección Nacional Electoral (DINE), que depende del Ministerio del Interior, comenzaron a tener reuniones con los protagonistas de cada comicio para pensar en un posible escenario de elecciones con pandemia.
Las iniciativas van desde desdoblar la elección y votar sábado y domingo, a ampliar el horario, o fijar turnos para las personas de riesgo, hasta que se vote con una boleta única o se utilice un scanner para los documentos de identidad de las personas y así las autoridades de mesa no tienen que tocarlo.
Sin embargo, no hay nada definido y algunas eventuales modificaciones las debería hacer el Congreso de la Nación.
Organización
«Una elección se organiza con un año de anticipación. Lo que cambió hoy es la intensidad y algunas formas. Por ejemplo, nunca pensamos que íbamos a tener que recurrir al Ministerio de Salud», explicó Hernán Goncalves Figueiredo, secretario de la Cámara Electoral al diario Infobae.
El puntapié lo dio la Cámara Electoral, integrada por los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via. «La pandemia ocasionada por el coronavirus COVID19 es susceptible de incidir en el desarrollo de la organización del proceso electoral del año próximo», dijeron los magistrados en una resolución de junio pasado. Y agregaron: «a efecto de considerar los eventuales protocolos pertinentes para cada etapa del proceso electoral, deberán considerarse los diversos escenarios epidemiológicos en que se desarrollará el proceso electoral del próximo año. En tal sentido, deberán contemplarse como hipótesis de trabajo tanto la existencia de un contexto de pandemia, como así también de postpandemia, en la totalidad del territorio nacional o en partes del mismo».
La Cámara Nacional Electoral comenzó a tener reuniones con los jueces electorales de todo el país, con las autoridades de la DINE, con las del Correo Argentino y con representantes de organizaciones sociales. Lo harán también con el Ministerio de Salud de la Nación, con los partidos políticos y con los Tribunales Superiores de Justicia de todo el país.
Por su parte la DINE, a cargo de Diana Quiodo, mantuvo encuentros con los apoderados de los partidos políticos nacionales y de las provincias.
«De las reuniones surgió un consenso de que si continúa la pandemia se van a tener que tomar medidas sanitarias de cuidado de higiene, de prevención y de distancia en los lugares de votación. Ahí apareció la pregunta de cómo hacer para que los votantes, las autoridades de mesa y los fiscales de los partidos puedan respetar esas distancias. Es muy habitual los días de la elección ver grandes filas, mucha gente. Para el votante por ahí es más fácil. Pero no para las autoridades de mesa y los fiscales que están todo el día», sostuvo Goncalves Figueiredo.
Ideas con aceptación general
Ante eso surgieron algunas ideas con aceptación general. Por ejemplo, que haya más lugares de votación con menos mesas y menos votantes por cada una de ellas. Así la cantidad de gente será menor. En las elecciones presidenciales del año pasado se utilizaron en todo el país 14.500 lugares de votación y en casa mesa estaban habilitadas para sufragar 350 personas. En 2019 estuvieron habilitados 33.841.837 electores y votó cerca del 80 por ciento.
También se propuso extender el horario de votación -que es de 8 a 18 horas-, algo que requiere una decisión del Congreso ya que está contemplado en una ley. «Sobre el horario habría que ser muy riguroso en las aperturas de las mesas. Muchas veces abren con media hora o una hora de demora, se acumula gente. Eso habría que evitarlo si votamos en pandemia», señaló Santiago Alberdi, apoderado electoral del PRO.
Sobre los votantes surgió el caso de las personas que son grupo de riesgo ante el coronavirus. Allí aparecieron varias propuestas: que se fije un horario especial para que voten, que sea con turnos o en una mesa y cuarto oscuro especial. También que no sean convocados como autoridades de mesa. En este tema surgió una pregunta: ¿puede quedar exceptuado del voto una persona de riesgo que quiere no exponerse a ir a un lugar con gente? «El voto es obligatorio y la gente siempre quiere votar. Por eso hay que arma protocolos específicos», opinó Jorge Landau, apoderado electoral del Partido Justicialista a nivel nacional y de la provincia de Buenos Aires. «Ni pensar en la discusión que se generaría si alguien propone que el voto no sea obligatorio», planteó por su parte Pablo Secchi, director de Poder Ciudadano, una de las ONG que participó de las reuniones con la Cámara Electoral.
Se planteó el uso de sus lugares abiertos para la votación. «Siempre referidos a los patios de colegios donde se pueda y priorizarlo por sobre los espacios cerrados. Pero ahí aparece el factor del clima. Las PASO son en agosto que es invierno y en algunos lugares del país las temperaturas son muy bajas o puede llover. No surgió la idea de plazas o en la calle. Eso no es tan fácil porque hay que tener en cuenta las medidas de seguridad», señaló Goncalves Figueiredo.
Las elecciones primarias tienen fecha para el 8 de agosto del año que viene y las generales para el 24 de octubre. Se eligen senadores y diputados nacionales.
Un tema de debate fue si en cada lugar de votación se le debe tomar la fiebre a la gente, como ocurre actualmente en muchos comercios u organismos públicos. Y la pregunta que surgió fue qué pasa si hay un registro de temperatura alta, ¿puede votar o no? Todos coincidieron que si porque esa fiebre no necesariamente es por coronavirus y que la prioridad siempre es el derecho al voto. «Además las prohibiciones de votar están en la ley. Para eso debería modificarse», alertó Goncalves Figueiredo. «Para esos casos hay que generar un protocolo sanitario específico porque son situaciones que seguro van a ocurrir. Es similar a las personas que por algún motivo no pueden llegar al aula y la autoridad de mesa le lleva la urna para votar», planteó Landau.
Otra discusión es sobre si se puede votar de manera desdoblada, es decir sábado y domingo para que haya menos cantidad de gente por día y así reducir los riegos de la movilidad. Las opiniones están divididas. Para Landau no. «Lo único que generarías es incertidumbre. ¿Dónde quedan las urnas para el segundo día? La custodia de las urnas la hacen las fuerzas de seguridad que el día anterior ya están en los colegios, duermen ahí. Sería sumarle un día más a su logística y después hacen el repliegue de las urnas para el escrutinio. El sistema electoral argentino es muy bueno, sólido, que hace que quien surja del voto popular lo haga con legitimidad. Si cambias eso podes poner en riesgo esa legitimidad», opinó.
Por su parte, para Alberdi sí es una opción. «Se pueden utilizar dos urnas. Una para cada día y la del primer día se lleva bajo custodia al lugar donde se hará el escrutinio. Y con los padrones claramente se controla quién ya votó», sostuvo.
Tanto Landau como Alberdi aclararon que sus opiniones son como apoderados políticos -Landau lo es del PJ desde 1988-y no en nombre de sus partidos.
Los apoderados tuvieron coincidencias en que se debería buscar un sistema tecnológico para que el votante acredite su identidad sin tener que darle el documento al presidente de mesa y así evitar un contacto. «Posiblemente algún sistema de lectura de documentos», plantea Landau. «Lo mismo con el troquel del padrón que te dan para acreditar el voto. En vez de eso puede ser un correo electrónico o un código QR donde quede asentado», piensa Alberdi.
La boleta única fue otro tema recurrente en las reuniones y un pedido unánime de las organizaciones civiles ante la Cámara Electoral. «Las boletas las tienen las autoridades de mesa y también los partidos políticos. Y son millones. La gente en el cuarto oscuro hace cortes, deja una parte, otro la agarra, cuando hay que reponer entran todos al cuarto oscuro. Pasa por muchas manos. No sé si es significativo en materia sanitaria, pero a la boleta única la tocan dos personas», planteó Pablo Secchi.
En la boleta única todas las listas de una misma categoría -diputados o senadores- están en el mismo papel. Es un sistema que se usa en la provincia de Santa Fe, por ejemplo. El presidente de la mesa se la da al elector con que una birome marca su voto. «Con la boleta única hay un mayor control sobre la sanitización. Es algo que la Cámara Electoral viene diciendo desde hace tiempo pero no depende de nosotros, sino del Congreso ya que el sistema de votación está fijado por ley», explicó Goncalvez. «También se podía pensar alguna manera para que la gente lleve la boleta desde su casa», señaló Alberdi.
«Todo eso es cierto y consistente», dijo Landau. «Pero para cambiar el sistema de emisión de voto se requiere práctica. No se pueden hacer en medio de esta pandemia modificaciones tan traumáticas sobre la forma de votación. En Salta para el voto electrónico necesitaron cuatro elecciones», plantea. En el país se usa la boleta única a nivel nacional para la votación en las cárceles.
Si la elección se realiza con pandemia ya aventuran que muchos trámites que hoy son presenciales pasarán a ser digitales o por videoconferencia. «Por ejemplo las capacitaciones a fiscales y autoridades será casi exclusivamente on line», adelantó Goncalves Figueiredo. Tampoco existirán más los padrones en papel y pasarían a ser digitales. Y Landau manifestó que lo mismo ocurrirá con las presentaciones judiciales de los partidos: «Ese folclore de ir corriendo con las listas antes de las 12 de la noche a las juntas de los partidos se va a terminar y se subirán a la página web del juzgado electoral».
Lo que en las reuniones también se contempló es un kit sanitario para todas las mesas de votación con alcohol en gel, sanitizantes y barbijos. En una de ellas apareció la pregunta de si sería conveniente que haya guantes descartables para cada votante cuando entre al cuarto oscuro.
Campaña y escrutinio
La pandemia no solo podría afectar la elección, sino también las campañas políticas y el escrutinio. «Si continúan las restricciones de reuniones y concurrencias no se van a poder hacer los actos políticos que conocemos. Ahí aparecen las plataformas digitales y un tema que apareció en las reuniones es la brecha digital donde en algunos lugares no tienen tanto acceso y cómo garantizar la información a los ciudadanos», explicó Goncalves Figueiredo.
El secretario de la Cámara calificó al escrutinio como «uno de los puntos más difíciles de resolver». Se trata del momento del traslado de las urnas para contar los votos y proclamar a los ganadores. Es una logística en la que trabajan muchas personas -fueron cerca de 60 mil en las elecciones presidenciales del año pasado-, además del personal de las fuerzas de seguridad, del correo y de los partidos políticos. ¿Qué pasa si alguna persona es positiva de coronavirus? ¿Se cierra el lugar? ¿Se aísla a quiénes estuvieron en contacto? «Habría que organizar grupos de trabajo que no estén en contacto entre sí para aislar a uno y que los otros puedan seguir trabajando. También espacios adicionales para dividir el escrutinio. El conteo de votos, por ejemplo, en las PASO, no se puede detener porque hay que proclamar a los candidatos para las generales y los tiempos son muy justos», sostuvo Goncalvez.
En la mayoría de las provincias el escrutinio duró uno o dos días. Pero no en la de Buenos Aires donde lleva más tiempo. El conteo de votos implica muchas personas en una misma mesa controlando planillas donde la distancia no se mantiene. En la reunión con la Cámara un juez electoral planteó que en cada mesa se puede una cámara que trasmita en pantallas en el escrutinio para que así los fiscales de los partidos lo controlen.
«Lo que entendemos que va a ser importante es hacer un mapa de todo el país sobre cómo es la situación epidemiológica al momento de votar. Con eso se podrá saber qué medidas y protocolos hay que aplicar en cada provincia o ciudad», maifestó Secchi,
Lo que nadie duda es que las elecciones se realizarán con o sin pandemia. La posibilidad de una posible suspensión la descartó el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro. Y tampoco nadie duda que si ese es el contexto, será algo distinto o lo que conocimos hasta los comicios del año pasado.
Fuente: Infobae