Consejo de la Magistratura y una agenda muy cargada

El Consejo de la Magistratura anticipa un proceso «exigente» si se aprueba la reforma judicial y debe designar con mayoría especial, en solo 30 días, los jueces subrogantes de los 23 nuevos juzgados federales.

El Consejo de la Magistratura deberá elegir a los magistrados subrogantes, luego, a los titulares de esos juzgados, mientras también define los candidatos para los nuevos juzgados federales en el interior y redacta un código de ética.

El apuro estará en las subrogancias para los 23 nuevos juzgados federales en la Ciudad de Buenos Aires, que se elegirán de un listado de postulantes que debe enviar, también en un plazo máximo de 30 días, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional.

Los candidatos de esa lista competirán entonces por oposición de antecedentes y tendrán que ser elegidos por al menos 8 de los 13 consejeros para cumplir la mayoría especial que determina el proyecto de ley y poder ser designados por el Gobierno, previo acuerdo del Senado.

«Son plazos muy exigentes pero se pueden cumplir», confió un consejero que sin embargo anticipó posibles demoras si el Consejo sigue la dinámica de politización que viene mostrando desde la asunción de Alberto Fernández.

Políticamente el Consejo mantiene su propia grieta entre el sector que conduce el presidente del órgano, Alberto Lugones, alineado con el oficialismo, y el que sintetiza Pablo Tonelli, portavoz del macrismo durante su gestión y ahora en la oposición.

Detrás del juez Lugones suelen encolumnarse el representante del Ejecutivo Gerónimo Ustarroz, el académico Diego Molea, los senadores Mariano Recalde y María Pilatti de Vergara y la diputada Vanesa Siley; en tanto suelen votar con Tonelli los jueces Ricardo Recondo y Juan Manuel Culotta, los abogados Marina Sánchez Herrero y Juan Pablo Más Vélez, y la senadora Silvia Giacoppo.

Esta paridad de seis contra seis suele ser volcada, para un grupo u otro, por la diputada de Consenso Federal, Graciela Camaño, y si bien es cierto que en el proceso de selección de cualquier magistrado se observan antecedentes objetivos como registros académicos y experiencia en el sistema de justicia, existe una carga de evaluación subjetiva que -se prevé- generará disputas y tironeos.

La audiencia en la que se elegirán los candidatos a las subrogancias será pública, con lo que se agregará un marco de expectativa y atención sobre los consejeros, quienes deberán ungir al postulante por dos tercios atendiendo, según marca el proyecto, a «la diversidad de géneros en la selección».