El astro había dejado claro meses antes que no quería irse del Barsa, pero aclaró que tampoco se quedaría a cualquier precio. Ayer Barcelona le comunicó al entrenador Setién que no seguirá en el banco. Es la primera decisión fuerte tras el 8-2.
El crack argentino y capitán del Barcelona, Lionel Messi, vive días tristes con el club de su vida, tras constatar de la peor forma posible la cruda realidad de que el equipo ganador que hasta hace no mucho tiempo le permitía olvidar sus momentos de frustración con la selección argentina está agotado.
El viernes último Bayern Munich eliminó al Barcelona de la fase final de la Liga de Campeones de Europa asestándole la mayor goleada de la historia en esta competición (8-2), que también ha sido la más abultada que recibió Messi a lo largo de su carrera, tras el 6-1 frente a Bolivia en La Paz con la selección argentina.
El durísimo golpe obligó al Barcelona, pero también a su máxima estrella, de 33 años, a plantearse cuáles son las posibilidades de futuro, sin que se descarte la salida de Messi del equipo catalán, algo que probablemente sería viable recién a mitad del año próximo, cuando quedará libre al vencer su actual contrato multimillonario.
A pesar de que el crack argentino es pretendido por varios equipos, muy pocos pueden pagar su sueldo, apenas el Manchester City, el París Saint Germain, el Inter de Milán o el Bayer Munich, aunque este último no parece necesitarlo.
El Manchester City de Pep Guardiola tiene un atractivo especial desde el punto de vista deportivo, ya que implicaría el reencuentro entre Messi y el DT catalán, su mentor en el Barcelona, con el que comparte actualmente la obsesión de volver a conquistar la Champions.
No obstante, el divorcio entre Messi y el Barcelona, el club al que llegó con 13 años y con el que lo ganó todo, y en el que dijo en reiteradas ocasiones que quería terminar su carrera, todavía puede evitarse. El 10 del Barcelona pudo abandonar el club este año, puesto que su contrato le permitía cortar la relación si así lo manifestaba antes del 31 de mayo, pero no lo hizo.
Renovación profunda
La incierta situación de la pandemia de coronavirus puso en jaque las finanzas del club, que en sus últimos años gastó una cifra sideral en jugadores a los que no logró sacarles el rédito esperado, como Dembelé, Coutinho y Griezmann (+ de 350 millones de euros).
Ahora, la dirección está dispuesta a poner en venta a gran parte del plantel, incluidos jugadores emblemáticos como Piqué, Busquets y Jodi Alba, excluyendo solo a Ter Stegen, De Jong y Messi, así como los jóvenes ascendidos de la «cantera», Ansu Fati y Riqui Puig.
Así tendrían dinero para pagar la cláusula del argentino Lautaro Martínez, actualmente en el Inter de Milán.
Echaron al DT
Quique Setién ya no es más el técnico de Barcelona. Su ciclo, breve y problemático, culminó con el catastrófico 8-2 en manos del Manchester United. El presidente del club, Josep Bartomeu, le comunicó este domingo que no seguirá en el Camp Nou, de acuerdo a lo que informaron desde la Cadena Cope de España.
Los directivos también trabajan en la llegada de un nuevo técnico para sustituir a Setién, siendo el argentino Mauricio Pochettino y al neerlandés Ronald Koeman, actual DT del seleccionado de los Países Bajos, los que más chances tienen con la actual directiva. El exmediocampista y actual entrenador del Al Saad qatarí Xavi Hernández, amigo personal de Messi, hizo saber que sólo vendría con una nueva conducción.