El hombre oriundo de Entre Ríos sostuvo que no nació «para matar a nadie», y que no es un «delincuente», al tiempo que envió sus «condolencias totales» a la familia del ladrón muerto.
Adolfo Ríos, el herrero jubilado de 71 años que se encuentra con arresto domiciliario por haber matado a uno de los asaltantes que entraron a robar a su casa del partido bonaerense de Quilmes el pasado viernes, aseguró que no nació «para matar a nadie», y que no es un «delincuente», al tiempo que envió sus «condolencias totales» a la familia del ladrón muerto.
Ríos habló con el programa Viale 910 de radio La Red y señaló que se siente «mal» por lo ocurrido y que está «sorprendido de las cosas» que vio «desde afuera», al referirse a la imágenes que trascendieron sobre el hecho, porque hasta a él hay cosas que se le «escapan». «Me siento mal, hermano, yo no nací para matar a nadie», relató el jubilado y además explicó: «Pero tampoco para que me entren tres veces en la noche (en la casa). ¿Con que intención quería venir esta gente, cinco personas?».
Ríos también relató que al lado de su vivienda vive su «comadre», que «es una persona de 80 años», y que «cuando se fueron» los delincuentes pensó que podían llegar a tomarla de «rehén».
«Pensé mil cosas, de mil maneras. . . yo no soy un delincuente», aseguró el herrero jubilado, y concluyó: «No quise en ningún momento que esta gente sufriera (por la familia de Franco Martín Moreyra), mis condolencias totales, pero era mi vida. Fue tan rápido todo».
Revelan el resultado de la autopsia
Los forenses de la morgue de Ezpeleta le informaron al fiscal de la causa, Ariel Rivas, que el primer balazo ingresó en el tórax en la línea media axilar, a nivel del sexto espacio intercostal izquierdo, cruzó la quinta vértebra dorsal y se alojó en el hombro derecho.
Según las fuentes judiciales consultadas por Télam, el segundo proyectil -y el que causó el deceso-, ingresó en la zona abdominal por la fosa ilíaca derecha, pasó por el retroperitoneo y rompió la arteria aorta y la vena cava, lo que provocó una hemorragia abdominal y el shock hipovolémico.
Un segundo imputado que era buscado como uno de los partícipes del asalto sufrido por Jorge Ríos, se entregó hoy, por lo que ahora sólo quedan dos sospechosos prófugos, informaron fuentes policiales.
Se trata de un joven identificado por las fuentes como Martín Ariel Salto (27), quien se puso a disposición de la justicia luego de una serie de allanamientos y procedimientos realizados por la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes en las villas La Vera y Los Álamos de ese partido del sur del conurbano.
«Estaba cercado, no tenía más lugares donde refugiarse y no tuvo otra alternativa más que entregarse», dijo un jefe policial.
Salto se entregó pasadas las 0.30 de esta madrugada en la sede de la DDI Quilmes y quedó detenido a disposición del fiscal de la causa, Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del departamento judicial Quilmes.
Voceros policiales indicaron que aún resta detener a otros dos sospechosos ya identificados, uno de ellos con el alias «NN Dibu».
Las mismas fuentes indicaron que uno de los prófugos fue liberado en abril pasado de una unidad carcelaria, en el marco del habeas corpus colectivo que permitió flexibilizar la salida de presos bonaerense por la pandemia del coronavirus. Salto es el segundo presunto integrante de la banda de asaltantes detenido que tiene la causa, ya que ayer otro joven, Cristian Chiara (23), fue aprehendido en uno de los allanamientos.