California es uno de los estados de Norteamérica que mejor manejaron la pandemia de coronavirus según la mayoría de los expertos, acatando desde un principio a reglas estrictas de aislamientos en todo su territorio y evitando así altos picos de contagios. Pero, con la apertura realizada en el último tiempo, se empezaron a ver brotes preocupantes de Covid-19 en todo el territorio, cosa que disparó todas las alarmas de los gobernantes.
«El virus no se toma vacaciones de verano. Hay que tomarse esta pandemia en serio», dijo el gobernador Gavin Newsom este viernes en un nuevo apelo a las personas para mantener la distancia social y acatar el uso obligatorio de la mascarilla que impuso la semana pasada, luego de que se confirmara que un total de 200.461 personas han contraído el virus desde marzo, de las cuales 5.812 murieron. Además, el martes se reportó un récord en casos diarios, 7.149, y el jueves llegó a 4.890.
En California se detectó un importante aumento de casos desde que comenzaron con la reapertura económica, como en otros estados de EEUU.
Según el gobernador Newsom, el número de pacientes hospitalizados con covid-19 subió 32% en las últimas dos semanas a 4.240 pacientes. Es difícil determinar una causa precisa de esta alza, pero todas las miradas convergen en una relajación del comportamiento, especialmente entre los más jóvenes.
«Son jóvenes y se sienten un poco invencibles, pero con el debido respeto, es egoísta pensar así», zanjó Newsom.
Por otro lado, Bárbara Ferrer, directora de Salud del condado de Los Ángeles, donde hay más casos, recordó que si bien los jóvenes «no son los que más riesgo corren con esta enfermedad, son los que más pueden propagarla».
Otro factor que puede explicar el aumento son las protestas tras la muerte de George Floyd, que congregaron a decenas de miles de personas durante largas horas, a menudo sin distancia física. «Es muy probable, dado el aumento que estamos viendo, que haya personas que pudieron haber estado en una multitud durante una de las protestas», dijo Ferrer.
California es uno en una treintena de estados que enfrentan alzas en el número de casos. Texas y Florida, agresivos en la reapertura de sus economías, han ordenado restricciones como el cierre de bares y la prohibición de vender alcohol.