Los sectores vulnerables de Santiago, donde creció el desempleo, exigen ayuda estatal para paliar la crisis del coronavirus. Piñera prometió un bono en abril que aún no pagó.
Incidentes, cacerolazos e incluso saqueos se produjeron entre la noche del lunes y este martes en sectores pobres de Santiago, cuyos habitantes reclaman falta de comida y trabajo debido a la cuarentena impuesta por el gobierno de Sebastián Piñera por el coronavirus en Chile.
Las protestas se produjeron en el primer día hábil de una cuarentena total que rige desde el viernes en Santiago, principal foco de los más de 46.000 casos de coronavirus en Chile, donde murieron 478 personas desde el 3 de marzo.
«Tenemos hambre», «necesitamos trabajar, necesitamos que llegue algo de ayuda», se escuchaba entre vecinos de los barrios más vulnerables de Santiago, parte de los 11,7% de pobres que tiene este país de casi 18 millones de habitantes.
La primera manifestación violenta empezó el lunes en la mañana en la comuna El Bosque, al sur de Santiago, donde con palos y piedras un grupo de menos de 50 personas enfrentó a la policía antimotines. Por la tarde se sumaron más a la protesta, y las escenas de ira se replicaron en otros tres sectores, constató la agencia AFP.
Durante la noche, en esa misma zona unas 100 personas saquearon una distribuidora de gas. En el centro de la ciudad manifestantes quemaron un colectivo y en otros sectores de clase media y trabajadora, que en el último mes perdieron empleos, se escucharon cacelorazos.
«Nosotros llevamos muchas semanas en cuarentena, desde antes que la decretara el presidente porque sabemos que no tenemos camas en nuestros hospitales del sur de Santiago», explicó este martes a radio Cooperativa Claudia Pizarro, alcaldesa de La Pintana, un sector popular del Gran Santiago.
«El hambre se está viendo desde hace varias semanas. Cada día la gente está organizando más ollas populares y la gente viene, no como antes que era un comedor, ahora vienen a buscar comida para llevarla a la casa», detalló Pizarro.
La alcaldesa reprochó al gobierno del presidente de derecha Sebastián Piñera, haber hecho «anuncios espectaculares», pero «no está llegando al momento en que se necesita». «Todas las cosas están llegando a destiempo», dijo.
El domingo en la noche Piñera anunció en un mensaje al país que se distribuirían 2,5 canastas de alimentos a los más pobres de Chile, aunque no dio plazos ni precisó en qué lugares. Los alcaldes de los sectores más afectados no estaban enterados de ese plan.
En abril, Piñera ya había prometido la entrega de un bono familiar de un monto equivalente a 317 dólares para unos 4,5 millones de los chilenos más vulnerables, que aún no se entregó.
«La gente ya no da más, es el hambre o el coronavirus», dijo Pizarro, advirtiendo que las tasas de casos positivos en La Pintana son de más de 40%. «Aquí va a morir mucha gente; espero equivocarme».