Los consejeros económicos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendieron este domingo la posibilidad de una reactivación económica del país pese a que la pandemia sigue activa y se detectaron varios casos de coronavirus en la propia Casa Blanca.
En los últimos días, dos empleados del «ala oeste», donde se encuentra la Oficina Oval -un militar al servicio del presidente Trump y la vocera del vicepresidente Mike Pence- dieron positivo por coronavirus, a pesar de las estrictas precauciones sanitarias tomadas allí.
El asunto fue dominante en las transmisiones noticiosas de este domingo en las cadenas estadounidenses. Si en esas condiciones la Casa Blanca no quedó exenta, ¿cómo puede un estadounidense común retomar el trabajo sin temor a resultar contaminado?
«La Casa Blanca es un contexto enorme, de al menos 500 personas, probablemente muchas más», dijo Larry Kudlow, consejero económico presidencial, a la cadena ABC. «Los que dieron positivo solo son una pequeña porción», insistió, sin precisar un número.
Luego defendió la voluntad de Trump de «reabrir la economía» para hacer frente a las «horribles» cifras de desempleo.
«¿Por qué no confiar en las empresas?», siguió Kudlow. «Ellas saben, de su lado, que la gente debe ser protegida» y, «de otro lado, que es necesario la reactivación económica lo antes posible para enfrentar el problema económico, la recesión por la pandemia», dijo.
De su lado, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo a Fox que considera que «hay un riesgo considerable si no se reinicia» la actividad económica.
«Estamos hablando de lo que sería un daño económico permanente para la gente estadounidense, y vamos a reabrir de una forma muy pensada que lleve a la gente de vuelta a sus trabajos de forma segura», dijo.