Este Primero de Mayo coincide con una crisis del mercado laboral mundial sin precedentes en la historia, desatada por una brote de coronavirus que ha paralizado la economía de gran parte del planeta, ha infectado a más de 3,2 millones de personas y matado a más de 230.000.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU dijo esta semana que 1.600 millones de personas, la mitad de la fuerza laboral global, podría perder su trabajo por la pandemia y estimó que el brote destruirá el equivalente a 305 millones de empleos sólo entre abril y junio.
En China, donde se originó el brote mundial, la Ciudad Prohibida de Beijing, el palacio imperial convertido en museo, reabrió hoy a los turistas después de tres meses, y lo mismo hicieron cientos de shoppings en todo Estados Unidos, mientras los líderes mundiales tratan de salvar las economías nacionales sin desatar una nueva oleada de infecciones.
En Grecia (foto portada), decenas de afiliados del sindicato comunista PAME rompieron la cuarentena y se manifestaron en Atenas frente al Parlamento, aunque con máscaras y guantes y parados a un metro y medio de distancia en observancia de las reglas distanciamiento social.
En Turquía, policía con barbijos detuvieron a 15 personas en Estambul al dispersar una manifestación de trabajadores que, también con tapabocas, realizaron una marcha no autorizada en violación de las reglas de confinamiento, informaron autoridades.
En un Primero de Mayo por demás atípico, los trabajadores franceses no realizaron sus tradicionales marchas y cantaron desde sus balcones para defender sus demandas: mascarillas en los puestos de trabajo, seguro médico y más ayudas del gobierno para los desempleados.
En Estados Unidos, donde no celebra esta jornada internacional que conmemora a los mártires de Chicago, trabajadores esenciales estadounidenses protestaron en Washington, Nueva York, Los Ángeles y otras ciudades para reclamar condiciones de trabajo más seguras, mientras que otros grupos organizados salieron a las calles para exigir el fin de la cuarentena y una mayor apertura económica, informó CNN.
En Rusia, donde se ha registrado una explosión de contagios, entre ellos el del primer ministro, por primera vez no hubo las multitudinarias manifestaciones en la Plaza Roja de Moscú.
En España, los sindicatos realizaron solo eventos en línea, luego de que los tribunales rechazaran propuestas para reunirse al aire libre.
En Italia, que el lunes comenzará una reanudación gradual de actividades productivas, los sindicatos no pudieron realizar sus acostumbradas marchas, pero sus líderes participaron en un especial en la cadena pública RAI para dar ideas para cuando pase la crisis y para exigir que se garantice la seguridad de los trabajadores que deberán volver a sus puestos.
En Alemania, la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) rechazó un recorte de los derechos laborales en medio de la crisis del coronavirus y pidió un «plan coyuntural que garantice los puestos de trabajo y evite que se rompa la cohesión social».
Fuente Telam.