El crematorio es iniciativa de una firma privada uruguayense. Comenzó a montarse en el Jardín de Paz, en las afueras de la ciudad, y permitirá acercar este servicio cada vez más requerido por la comunidad.
La cremación es un servicio cada vez más requerido en las cocherías fúnebres de Concepción del Uruguay, pero la ciudad no cuenta con esta alternativa. Ante esta realidad, la empresa funeraria “Cochería Scolamieri” decidió invertir para brindar el servicio en el Jardín de Paz, también de su propiedad. En horas de la mañana de este miércoles, llegó el equipamiento para instalar el crematorio en Concepción del Uruguay.
“Desde temprano se está trabajando a buen ritmo en las instalaciones del Jardín de Paz, ubicado en ruta Provincial 39”, señalaron desde la firma Scolamieri que adquirió este equipo tiempo atrás, y que llegó el martes por la tarde, comenzando los trabajos alrededor de las 8 horas de ayer.
Laura Esquivo, a cargo de la firma, había contado en el mes de diciembre pasado, que luego de obtener la habilitación municipal se inició la concreción de esta iniciativa, la cual responde a que “la demanda de la cremación es constante; de 10 sepelios en promedio 6 o 8 van a crematorio. Tras seguir una serie de pasos obtuvimos la habilitación para esto que es algo muy serio. Para nosotros es un paso y un compromiso muy grande porque es algo muy delicado”, expresó Esquivo a principios de diciembre del año pasado.
“La cremación es algo muy requerido no sólo para recientes fallecidos, sino también hay mucha gente que quiere desocupar sus espacios en el cementerio local, no sólo en nuestra ciudad sino en el departamento Uruguay”, agregó Laura. Esto implica una importante inversión, “que se verá recuperada en muchos años pero significa cerrar un círculo. Además sumaremos un servicio de morgue refrigerada”. De esta forma, Cochería Scolamieri sumará este servicio que completará el circuito que incluye actualmente sepelio y cementerio privado. La empresa cumplió 86 años en enero.
Esto permitirá a Concepción del Uruguay, contar con un servicio cada vez más utilizado y que demandaba los traslados constantes a la ciudad de Gualeguaychú o Paraná, lo que encarecía el servicio y dificultaba la logística para las familias que deseaban acompañar este proceso.