El director de la OMS dijo que la «única preocupación es salvar vidas», luego de que Estados Unidos congelara la ayuda al organismo por su manejo del coronavirus.
La «única preocupación» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es salvar vidas frente a la pandemia de coronavirus y en esa tarea «no hay tiempo que perder» señaló este miércoles su director, Tedros Adhanom Ghebreyesu, un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el congelamiento de fondos de financiación del organismo.
«No hay tiempo que perder. La única preocupación de la OMS es ayudar a todos los pueblos a salvar vidas y poner fin a la pandemia de COVID-19», escribió en su cuenta en Twitter, Tedros.
Tras enviar su mensaje en la red social, el director de la OMS retuiteó varios mensajes de apoyo de políticos, científicos o ciudadanos anónimos.
«He trabajado en la OMS durante 10 años sobre la viruela, la polio, la ceguera o la ayuda a las víctimas de tsunami. He trabajado con seis directores generales. Para mí el Dr. Tedros y Gro Brundtland han sido los mejores. Hay una verdadera campaña política contra el Dr. Tedros», estimó por ejemplo el epidemiólogo estadounidense Larry Brilliant.
Francia «lamenta» la decisión de Donald Trump de suspender la contribución de Estados Unidos a la OMS en plena crisis del coronavirus, señaló el miércoles la vocera del gobierno, Sibeth Ndiaye, al final del consejo de ministros, indicando que París espera «un retorno a la normalidad» para que el organismo pueda continuar su trabajo.
El presidente de Estados Unidos anunció que cortaba los fondos a la OMS por su «mala gestión» durante la pandemia del coronavirus.
Trump considera que la OMS fue demasiado benevolente con China, pero la institución internacional rechaza estas acusaciones y asegura que adapta sus recomendaciones a medida que recibe informaciones científicas sobre el comportamiento de este nuevo coronavirus, su transmisión y las maneras de combatirlo.
«La OMS no hace política», recalcó Tedros. La decisión estadounidense ha sido criticada por la ONU, China, Rusia y la Unión Europea.