Las sucursales abrirán los próximos viernes, lunes y martes para que los jubilados, especialmente lo que no tienen tarjeta de débito, puedan cobrar sus haberes. También pagarán a beneficiarios de la seguridad social.
Los bancos volverán a abrir al público sus sucursales este viernes, y lo harán hasta el martes, para atender «exclusivamente» el pago a jubilados y beneficiarios de asignaciones de la seguridad social, informó la Asociación Bancaria a través de un comunicado.
La decisión fue adoptada luego de una reunión entre los presidentes del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y del Banco Nación, Miguel Pesce y Eduardo Hecker, respectivamente, y el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.
Durante el encuentro acordaron abrir al público las sucursales los próximos viernes, lunes y martes para que los jubilados, especialmente lo que no tienen tarjeta de débito, puedan cobrar sus haberes.
«Las sucursales sólo se abrirán para pagar los beneficios de la seguridad social, además de realizar tareas internas ya previstas y que se venían realizando», informó el gremio en un comunicado.
Para tal fin, los bancos abrirán un «registro de voluntarios» entre sus empleados para cubrir estas actividades hasta el jueves a la mañana y, en caso de no cubrir la dotación necesaria, «convocarán a los recursos mínimos indispensables para tal fin», sin incluir a personas de riesgo y personal con hijos a su cuidado por la suspensión del dictado de clase.
Durante los días de apertura las sucursales bancarias admitirán a personas «con las distancias de seguridad previstas en la resolución sanitaria» de modo que «el resto deberá realizar la fila fuera de la entidad bancaria».
«Una vez finalizado el horario de atención al público se orientará las filas hacia los cajeros automáticos, previo una interrupción para cargarlos», informó el comunicado que lleva la firma de Palazzo y que convoca a los trabajadores bancarios a asistir a las «más de 13 millones de personas» que tienen «la necesidad de contar con efectivo para realizar sus compras, necesarias para subsistir».
El presidente Alberto
Fernández había adelantado que el gobierno buscaría «algún mecanismo»
para evitar que se repitan escenas como las del viernes último, cuando
jubilados y beneficiarios de asignaciones sociales formaron largas filas frente
a los bancos para retirar el dinero que recibieron por el bono extraordinario.
Por otra parte, la impresión de tarjetas de débito para jubilados alcanzó las
500 mil unidades desde el inicio de la cuarentena, un crecimiento del 800% en
el pedido de nuevos plásticos respecto del período previo.
«Mientras que antes de la cuarentena se imprimían
40 tarjetas de débito por cada 100 en total, hoy esa relación es de 75 por cada
100, focalizándose en jubilados y altas de nuevas cuentas», precisó la
empresa Prisma Medios de Pago a través de un comunicado, en el que aseguró
continuará imprimiendo nuevos plásticos durante la cuarentena «para
facilitar medios de pago seguros a la mayor cantidad de ciudadanos».